Actualizado 28/01/2019 16:52

El programa andaluz de cría del quebrantahuesos registra la puesta de 13 huevos en el centro de Cazorla

Pollos de quebrantahuesos nacidos en cautividad
JUNTA DE ANDALUCÍA/ARCHIVO

CAZORLA (JAÉN), 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos que desarrolla la Junta de Andalucía ha registrado en esta temporada de cría un total de 13 huevos, después de que 'Keno' pusiera el primer huevo el pasado 7 de diciembre y que 'Toba' pusiera este lunes el último. De esta forma, en el Centro de Cría del Quebratahuesos, en Cazorla (Jaén), se está haciendo el seguimiento a los 13 huevos puestos en esta temporada 2018/2019 ya que se ha descartado que vaya a haber más puestas.

Además, según los datos del programa recabados por Europa Press, el pasado 18 de enero se registraba también la primera puesta en libertad de este año protagonizada por la pareja de 'Hortelano' y 'Marchena'. Habrá que esperar a final de mes para que los huevos comiencen a eclosionar. No todos lo consiguen ni todos los pollos que nacen consiguen salir adelante. No obstante, el porcentaje de éxito en los últimos años está siendo elevado.

El Centro de Cría de del Quebrantahuesos de Cazorla, gestionado por la Fundación Gypaetus, cuenta con seis parejas reproductoras: 'Elías' y 'Viola', 'Lázaro' y 'Nava', 'Joseph' y 'Keno', 'Andalucía' y 'Salvia', 'Borosa' y 'Toba' y 'Tranco' y 'Sabina'. Una séptima, compuesta por 'Cabús' y 'Corba', ha quedado truncada tras la muerte de ésta última, una histórica del programa que contaba con unos 45 años de vida.

Junto a éstas, hay otra integrada por ejemplares jóvenes que aún no se ha consolidado como pareja reproductora, pero que durante la temporada pasada ya mostró algún síntoma de emparejamiento.

Desde que comenzaron las cópulas el pasado mes de septiembre, los trabajos del personal dentro del recinto de jaulas se reducen al mínimo, intensificándose además el aporte de material de construcción para los nidos y la observación de las parejas. El pasado año nacieron en estas instalaciones de Cazorla nueve pollos, de los que sobrevivieron ocho, de un total de 14 huevos puestos.

La iniciativa pretende conseguir una población autónoma y estable de la especie en la región mediante la liberación de jóvenes ejemplares por el sistema de la cría campestre o 'hacking'. Con el empleo de esta técnica, originalmente utilizada en cetrería, se persigue lograr que el ejemplar asimile el área de la suelta como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse.

En el marco de este programa, la Junta inauguró en 1996 el Centro de Cría del Quebrantahuesos de Cazorla, gestionado por la Fundación Gypaetus, con el fin de establecer una población viable y autónoma a largo plazo de la especie. Desde su puesta en marcha han nacido en estas instalaciones un total de 86 pollos, de los cuales 76 sobrevivieron.

Además, su privilegiada ubicación en el paraje conocido como Nava de San Pedro, en pleno corazón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, a casi 1.300 metros de altitud, le confiere importantes ventajas sanitarias para asegurar la conservación de las líneas genéticas en cautividad.

BALANCE

Un total de 53 ejemplares de quebrantahuesos se han liberado en los parques naturales de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y Sierra de Castril (Granada), en el marco del proyecto de reintroducción que desarrolla la Junta de Andalucía desde 2006 para conseguir una población autónoma y estable de las especie en la región.

A estos ejemplares hay que añadir otros cinco nacidos en libertad de las dos parejas territoriales que se han consolidado hasta la fecha, las formadas por 'Tono' y 'Blimunda' y por 'Hortelano' y 'Marchena'. Cabe destacar que a finales de 2018 ambas parejas se encontraban en proceso de construcción de nidos nuevos.

Además, hay otras dos parejas reproductoras en formación, en concreto las compuestas por 'Encina' y 'Sansón' y por 'Vera' y 'Guadalquivir'. La primera de ellas, que desde 2017 se les ha observado en numerosas ocasiones volando juntos y compartiendo dormidero, ha iniciado la construcción de un nido, mientras que la segunda continúa compartiendo dormidero y actividades y es probable que también llegue a construir nido. Es decir, que 30 años después de su extinción se puede afirmar que esta especie se ha restablecido y que incluso puede seguir creciendo gracias a este programa de reintroducción.