Actualizado 05/04/2017 12:08

Andalucía destaca la generación de empleo de la economía circular, que impulsará la innovación

SEVILLA 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha destacado el potencial de generación de empleo que tendrá la implantación de la llamada economía circular en los próximos años, la cual implicará impulsar la innovación para buscar nuevas fórmulas de aprovechamiento de los residuos, redundando en una mejora de la competitividad de las empresas y, por tanto, en crecimiento económico.

La Unión Europea ha apostado por la economía circular, que supone evolucionar hacia un nuevo sistema de producción basado en la reutilización o reciclaje de los residuos. Así, el 2 de diciembre de 2015 la Comisión Europea adoptó un paquete de medidas para promover la transición a este nuevo modelo económico.

"Es una de las mayores iniciativas que ha asumido Europa para los próximos años y a la que se destinarán más de 6.000 millones de euros para su implantación dentro del plan Horizonte 2020 y los Fondos Estructurales", ha explicado el consejero durante su comparecencia ante la Comisión de Economía del Parlamento andaluz.

El paquete de medidas tiene por objetivo eliminar las barreras que encuentran las empresas para optimizar el uso de los recursos e impulsar el mercado interior de materias primas secundarias, todo ello con la cooperación de industrias y administraciones. Implantar este nuevo sistema productivo supondría la generación de 400.000 empleos en Europa, de los que 52.000 se crearían en España, además de los consiguientes beneficios medioambientales, según cálculos de Bruselas.

El consejero de Economía ha asegurado que Andalucía jugará un papel "importante en esta transición hacia la economía circular", ha expresado el compromiso del Ejecutivo autonómico con estas políticas y ha instado a comenzar a cambiar de mentalidad. "La protección del medio no es un freno, sino un motor de desarrollo", ha afirmado.

Una gestión de residuos que ha mejorado "considerablemente" en los últimos años gracias a una combinación de factores: la normativa, el incremento de las infraestructuras de tratamiento, la mayor concienciación de administraciones, ciudadanos y sectores afectados y la consolidación de un sector especializado en la gestión de residuos.

De hecho, en la actualidad las infraestructuras de la comunidad autónoma son capaces de asumir lo que se produce en el territorio e incluso se tratan residuos procedentes de otros lugares. Además, continúa creciendo la valorización de estas materias en lugar de su eliminación.

A partir de ahora el siguiente paso es lograr una comunidad autónoma eficiente en recursos, cambiando los patrones de consumo y producción, "rediseñando la forma en la que producimos para que, desde su origen, los productos tengan una hoja de ruta que seguir una vez que finalice su uso", ha asegurado el consejero.

Arellano ha explicado que será la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, la principal encargada de avanzar hacia la implantación de la economía circular y que en los últimos años la Junta de Andalucía ya ha aprobado medidas normativas para iniciar esta transformación hacia "una sociedad con aprovechamiento eficiente de los recursos y los residuos".

En la actualidad la consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ya ha está trabajando en un nuevo Plan Integral de Residuos de Andalucía que "será parte de la hoja de ruta de la Junta para la transición hacia la economía circular", además junto a la consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación ha puesto en marcha la Estrategia Andaluza de Restos Vegetales en la Horticultura, aprobada el pasado mes de septiembre de 2016 y cuyo objetivo es lograr mejorar la gestión de estos materiales.

Asimismo, Medio Ambiente participa en el proyecto europeo Symbi junto a miembros de otros seis países de la Unión Europea (Italia, Finlandia, Polonia, Hungría, Grecia y Slovenia). Con él se pretende establecer sinergias territoriales en la gestión de residuos.

A esto se une la consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, que ha comenzado a tramitar la Estrategia Andaluza de Bioeconomía, cuyo objetivo es impulsar el aprovechamiento integral de los restos y recursos de los sectores agroalimentario, pesquero y forestal como materias primas para la fabricación de productos de valor añadido (tales como alimentos, fibras y bioenergía).

PREVENCIÓN Y PENALIZACIÓN

Las políticas públicas que se han llevado a cabo en los últimos años han tenido por objetivo reducir la producción de residuos y fomentar su reciclaje y valorización. El marco para ello ha sido la Ley de Gestión Integrada de la calidad ambiental de Andalucía (Ley GICA) aprobada en 2007, a raíz de la cual se han aprobado dos planes de residuos, el Plan Director territorial de residuos no peligrosos 2010-2019, que "avanza a buen ritmo" y del que dos tercios de las infraestructuras previstas están ya iniciadas o ejecutándose, y el Plan de Prevención y gestión de residuos peligrosos 2012-2020.

Además, también se han implementado medidas que han penalizado la generación de residuos y su vertido con el fin de desincentivarla y lograr cambios significativos. Con este fin se creó el impuesto sobre las bolsas de plástico de un solo uso, que en los dos primeros años de vigencia supuso una reducción del 50 por ciento del consumo de este tipo de envases.

Del mismo modo, se creó otro impuesto disuasorio, en este caso sobre el depósito de residuos peligrosos, que grava la eliminación de dichos productos si se opta por enviarlos al vertedero, tanto si se pueden valorizar como si no disponen de una alternativa de tratamiento (Ley 18/2003).

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