Archivo - Imagen de archivo de un niño caminando con un adulto. - UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID - Archivo
SEVILLA 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, ha presentado los resultados de la Encuesta Ventana Abierta a la Familia 2025, titulada 'Infancia, espacios verdes, juego y movilidad autónoma en Andalucía'.
Según ha informado la Junta en una nota, este estudio, impulsado desde el Plan Estratégico de Salud de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía 2023-2027, se ha desarrollado en colaboración con el Observatorio de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía (OIAA).
El informe tiene como objetivo "conocer las condiciones, hábitos y percepciones de las familias andaluzas sobre la calidad de los entornos en los que crecen y se desarrollan niñas, niños y adolescentes, así como las oportunidades en la infancia para el juego seguro al aire libre, la autonomía infantil y su derecho al contacto con los espacios verdes".
Todo ello, por la importancia que tiene para el desarrollo cognitivo, socioafectivo y psicomotor en esta etapa crucial del ciclo vital. La encuesta, respondida por 1.329 familias que conviven con 2.201 menores de 18 años, analiza cuestiones relacionadas con el uso de espacios verdes y deportivos, la movilidad autónoma, el juego al aire libre y la participación infantil en el diseño urbano.
Asimismo, los resultados reflejan una amplia conciencia sobre la importancia del juego libre y el contacto con la naturaleza, pero también evidencian limitaciones estructurales que, según ha apuntado la Junta, "afectan a la autonomía infantil y al bienestar".
Entre los principales resultados destaca que el tiempo que los niños dedican a jugar al aire libre o salir a la naturaleza disminuye con la edad, mientras que aumenta el uso de pantallas y el tiempo de estudio.
En este sentido, la Junta ha señalado que casi la mitad de las familias considera que su municipio "no es adecuado para el juego al aire libre", y una amplia mayoría identifica como principales obstáculos el tráfico, la falta de carriles bici y los miedos de las propias familias.
Se han encontrado algunas diferencias según ingresos del hogar o nivel de estudios, tamaño del municipio o provincia de residencia. Por ejemplo, los niños menores de seis años en familias con más ingresos o con estudios universitarios juegan más tiempo al aire libre o en la naturaleza.
En relación con los entornos, las familias suspenden la accesibilidad y el mantenimiento de los parques y zonas verdes, que obtienen puntuaciones medias entre 4,1 y 4,7 sobre diez. En cambio, valoran de forma más positiva la seguridad y la adaptación al juego (en torno a 5,5 puntos).
En los espacios deportivos, las puntuaciones son similares, ya que aprueban en seguridad infantil y precio, pero se detectan deficiencias en accesibilidad y diversidad de actividades.
Los centros educativos reciben una valoración más favorable, especialmente en conciencia ecológica, equidad y accesibilidad, aunque las familias consideran mejorables el arbolado y los caminos escolares que permitan acudir andando o en bicicleta.
Respecto a la participación infantil, solo una de cada cinco familias ha participado o ha podido opinar en el diseño o remodelación de patios escolares, y los porcentajes descienden aún más en el caso de parques, plazas o carriles bici.
Además, la encuesta ha confirmado que la participación de niños está estrechamente ligada a la implicación de sus madres y padres, lo que sugiere la necesidad de fortalecer la cultura participativa desde el ámbito familiar y comunitario.
El estudio también explora las percepciones familiares sobre el juego y la infancia: nueve de cada diez participantes coinciden en que el contacto con la naturaleza y el juego libre son fundamentales para el desarrollo físico, emocional y cognitivo; sin embargo, siete de cada diez creen que existen demasiados riesgos y obstáculos para que los niños jueguen solos en la calle o en espacios públicos.
La encuesta ha concluido que las principales necesidades de mejora en los municipios andaluces se centran en aumentar las zonas verdes y parques de juego creativo, incluir fuentes de agua potable, mejorar la accesibilidad, fomentar los caminos escolares seguros, promover la participación infantil en el diseño urbanístico y priorizar las actuaciones en barrios desfavorecidos.
Con esta investigación, la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias pone de manifiesto la importancia de los entornos saludables, accesibles e inclusivos para la infancia y la adolescencia, avanzando en los objetivos del Plan Estratégico de Salud de la Infancia y la Adolescencia de Andalucía y del programa Ventana Abierta a la Familia (https://www.ventanafamilias.es/), orientados a "garantizar el derecho de todos los niños y andaluces a crecer en espacios seguros, activos y sostenibles".