Actualizado 03/09/2019 13:27

Cómo ahorrar en la organización de tu boda

ESTAR DONDE ESTES
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Desde abril y hasta octubre es temporada alta de bodas, grandes y costosos acontecimientos sociales que gran parte de la sociedad experimenta al menos una vez en la vida, y por la que pasan miles de parejas al año. Ahorrar en este terreno es clave para no quedar endeudado durante años tras el gran banquete nupcial.

Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017 se celebraron en España 173.626 matrimonios, una cifra algo menor a la del año anterior, pero lejos de las 260.000 de los años setenta. Actualmente, la tendencia es casarse a partir de los 33 años y hacerlo en septiembre.

Las bodas en España tienen un coste medio por celebración de 16.534 euros en aquellas que cuentan con un centenar de invitados, según un estudio de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI). Este coste medio varía en función de los servicios contratados y el tipo de boda, pero también dependiendo de la comunidad. Madrid es la más cara de todas para celebrar un matrimonio, con un gasto medio de 21.205 euros, seguido de Cataluña y Valencia, con medias de 20.282 y 19.525 euros, y según este informe, lo más caro de una boda es el banquete.

Según la FUCI, una de las recomendaciones principales para este tipo de eventos es realizar un presupuesto detallado que limite los gastos de acuerdo con las posibilidades económicas de la pareja, pero también de acuerdo con aquello que quiere gastarse. Una boda no necesariamente tiene que ser un despilfarro incontrolado. Para ello, son útiles herramientas como las que propone el portal Bodas.net, con una relación muy detallada de todos y cada uno de los gastos que conlleva la organización de este tipo de evento: desde el precio de la música que sonará hasta las flores de la celebración pasando por el coche que llevará a los novios hasta el altar. Además, incluye listados de proveedores para comparar precios y calidades.

Considerar opciones minoritarias

Una de las decisiones que más determinará el precio de la celebración será la época del año y la hora de la comida previamente elegidos. Es decir, el 81% de las bodas se celebran entre verano y otoño, así que en temporada baja los precios de los establecimientos de celebraciones resultan mucho más interesantes. Igualmente, es más barato casarse al mediodía y organizar una comida que hacerlo por la tarde y ofrecer una cena a los invitados. Asimismo, es más económico elegir un viernes o un domingo que un sábado, sea la temporada que sea.

Una vez seleccionados estos detalles, es preciso tener en cuenta que el banquete supone más de la mitad del gasto. Actualmente, los banquetes tienen en España un precio medio de entre 75 y 100 euros por invitado. Prescindir de los compromisos y recortar la lista de comensales e incluso hacer una boda adults only ayudará a ahorrar en esta partida de un modo muy gratificante. También es importante no quedarse con la primera opción y comparar diversos restaurantes.

Una de las opciones que ofrecen algunos restaurantes para ahorrar costes son los ágapes tipo cóctel, sin sentarse a comer, que resultan mucho más baratos, al no ser necesaria tanta mantelería, cubertería y mesas y sillas adornadas para la ocasión. Entre las opciones de algunos restaurantes y caterings también existen banquetes estilo barbacoa y con opciones de paellas, mucho más económicas. También es una opción viable alquilar una casa rural y contratar un catering.

La segunda partida más importante es el vestido de novia y el traje del novio. Solamente el vestido se lleva entre 525 y 1.650 euros del presupuesto, mientras que el de él oscila entre 375 y 780 euros. Para ahorrar en este terreno, una gran opción es comprar un vestido de segunda mano en redes como Wallapop o en tiendas físicas de segunda mano en las grandes ciudades. Otra posibilidad es alquilar la ropa en tiendas físicas y online. Ahorrar en esta partida es gratificante porque no tiene ninguna repercusión en la calidad de la boda y realmente supone un ahorro importante.

Ahorrar en los detalles

Aunque la industria nupcial ofrezca detalles de todo tipo, hay muchas cosas de las que uno mismo se puede encargar con los mismos resultados a nivel de calidad, bajo la creativa filosofía del Do It Yourself (DIY) de la que están inundadas redes como Pinterest.

En este terreno, una de las cosas en las que más se puede ahorrar son las invitaciones, en las que se suelen ir unos 500 euros en función del número de invitados. Actualmente es posible diseñarlas uno mismo en plataformas como Canva, pero también son opciones alternativas a las analógicas invitaciones de boda enviar un bonito correo electrónico o crear una web en Wordpress con todos los detalles del acontecimiento.

También se puede ahorrar en la decoración floral eligiendo ramos de flores de temporada, o conseguir un ahorro en el pastel (de elevado precio) eligiendo un postre que no sea convencional. Las alianzas y joyería de la novia pueden elegirse también en plata en lugar de ser de oro, o incluso puede optarse por un estilo de anillos que no necesariamente sean alianzas, reduciendo drásticamente el precio.

Luna de miel por libre

El viaje de novios es otra de las grandes partidas del presupuesto, ya que resulta complicado encontrar las dos semanas tradicionales de viaje relajante por menos de 1.150 euros, según la federación de usuarios citada. Una de las soluciones para ahorrar es casarse en temporada baja nupcial (entre finales de otoño y finales de invierno), de modo que el viaje no tenga lugar en plena temporada estival. Otra de las opciones es prescindir de los paquetes de viajes especialmente pensados para novios y organizarse la luna de miel por libre comprando los billetes directamente en la web de la compañía aérea y reservando toda la estancia en plataformas como Booking.

Son tantos los gastos que comporta una boda que cualquier ajuste puede comportar un ahorro significativo. No obstante, casarse no es una celebración barata, así que también es importante empezar a ahorrar antes del gran acontecimiento para no endeudarse en exceso.