BILBAO, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 74.000 personas se beneficiaron el pasado año de las ayudas que la UE destinó a Euskadi para el fomento de las políticas de empleo a través de acciones de orientación, formación y apoyo a la creación de nuevas empresas.
Igualmente, la aportación europea contribuyó a que un importante número de empresas vascas aumentara sus respectivos niveles de productividad y competitividad, gracias al impulso de nuevos modelos de organización y gestión empresarial.
En una reunión presidida por el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, los miembros del comité de seguimiento del Programa Operativo 2007-2013 del Fondo Social Europeo (FSE) analizaron en Bilbao los proyectos que se han puesto en marcha entre 2007 y 2009, y que van a seguir ejecutándose a lo largo de los próximos cuatro años.
Además del propio Gobierno vasco, en la reunión participaron representantes del Ministerio de Trabajo, la Dirección General de Empleo de la Comisión Europea, así como diputaciones forales, ayuntamientos y agencias de desarrollo.
MENOS AYUDAS
El desvío de fondos estructurales hacia las regiones incorporadas a la UE en la última ampliación ha traído consigo una importante reducción de las ayudas con destino a Euskadi, que recibirá de Europa 61 millones de euros a lo largo del periodo 2007-2013.
A pesar de esta caída, para el director de Empleo y Formación del Gobierno vasco, Mariano Cortés, "la aportación del Fondo Social Europeo es especialmente relevante en una situación de crisis como la actual, que tan dramáticamente está afectando al mercado laboral".
La menor dotación de los fondos también ha provocado que se concentren los recursos en dos líneas de intervención. Según explicó Mariano Cortés, "una parte se ha dedicado a la promoción del espíritu empresarial y a la supervivencia de las empresas ya creadas; otra, al incremento de las tasas de actividad y empleo de las personas desempleadas, haciendo especial hincapié en aquellos colectivos con mayores dificultades de inserción".
En 2009, las actuaciones realizadas en ambas direcciones supusieron un desembolso cercano a los 21 millones de euros. Especialmente relevantes fueron los proyectos relacionados con los servicios de orientación para el empleo y los servicios de apoyo a las empresas desde las agencias de desarrollo ("Valora", de Garapen, y "Empresa Local 10", de Vitoria), así como promoción del emprendizaje de las Diputaciones forales y Lan Ekintza.
También destacaron el "Centro Integral de Recursos" de empleo para personas con discapacidad, de Ehlabe; los proyectos "Sendotu", de Sartu y Peñascal; "Activa-t", de Emaus, y los de Fomento de San Sebastián, todos ellos dirigidos a la integración laboral de personas en situación o riesgo de exclusión laboral.
DESEMPLEADOS
De las 74.000 personas participantes en los distintos programas, el 67 por ciento se encontraba en situación de desempleo, y prácticamente la mitad eran mujeres. Para el director de Empleo, "es importante destacar la incidencia de los programas en colectivos de difícil inserción laboral".
El 20 por ciento de los beneficiarios fueron inmigrantes; el 3,5 por ciento, personas con algún tipo de discapacidad, y el 12 por ciento pertenecían a otros grupos vulnerables.