BILBAO 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La bomba-trampa que ETA colocó el pasado sábado en un repetidor cerca del Monte Pagasarri estaba compuesta por cinco kilos de cloratita y el objetivo de la banda armada era la Ertzaintza, según confirmó a Europa Press el Departamento vasco de Interior.
El artefacto, colocado en plena campaña electoral, y que sólo dañó al robot utilizado en su desactivación, gracias a las precauciones adoptadas por los artificieros de la Policía vasca, estaba preparada para que estallara en el momento en que los agentes de la Ertzaintza comenzaran a manipularlo.