Comercio del Casco Viejo de Bilbao - EUROPA PRESS
BILBAO, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los comerciantes del Casco Viejo de Bilbao consideran que la campaña de rebajas de invierno, que tradicionalmente comienza el 7 de enero, pero que algunos comercios ya llevan una semana mostrando el cartel en sus escaparates, va a ayudar "poco" a recuperarse tras un ejercicio como el de 2020 en el que las ventas cayeron entre un 15 y un 20%.
Así lo ha expresado la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Eider Txarroalde, quien ha lamentado que la expectativa "no es buena, porque tampoco está siendo un año normal de ventas". "No esperamos ver de nuevo ese recuerdo maravilloso de avalancha de compradores en rebajas. Irán siendo progresivas, un movimiento paulatino y muy suave, porque hay comercios que ya tienen las rebajas puestas desde hace una semana", ha relatado.
En declaraciones a Europa Press, Txarroalde ha manifestado que la campaña ayudará a "poco más" que a liberar el almacén de los comercios. "Esperemos que sirva para reponer el stock y empezar la nueva temporada con un poco más de alegría y de entusiasmo", ha confiado, para añadir que quedan en circulación los bonos puestos en marcha por distintas instituciones, cuyos compradores "pueden estar esperando a hacer uso de ellos durante las rebajas".
Precisamente, las campañas de bono descuento puestas en marcha por el Gobierno Vasco, Ayuntamiento de Bilbao y Diputación de Bizkaia "ayudaron sobre todo en el momento del lanzamiento". "Al final de noviembre y diciembre tuvimos otra vez esa alegría de compra que había. La gente quería aprovechar para comprar en esos comercios concretos donde tenía algo visto. Fue una ayuda, pero no hace milagros. Toda ayuda es bien recibida, aunque toda ayuda en estos momentos es poca", ha advertido.
En este sentido, ha recordado la incidencia negativa en el negocio que tuvo el mes y medio cerrado por la pandemia, más la limitación de movimiento, más el "miedo que todavía la gente tiene y que ya no sale tanto, así como el recorte de horarios, que también nos limita a que no podamos salir de compras o estar con los amigos", lo que hace que "lógicamente el gasto sea menor o sea diferente".
De cara al año entrante, la representante de los comerciantes del Casco Viejo bilbaíno ha eludido hacer previsiones por la incertidumbre de la evolución de la pandemia, aunque ha confiado en que esta situación "irá pasando, que es en el fondo lo que queremos todos".
La adversa climatología de las últimas fechas tampoco ayuda a que los clientes se acerquen al Casco Viejo a pasear, acudir a la hostelería o ir de compras. No obstante, Eider Txarroalde ha celebrado que "en Bilbao estamos acostumbrados al mal tiempo y nos podemos quedar en casa el primer día, pero luego ya no". "Al final, si te apetece salir, sales, porque estamos hartos de estar en casa y todo el día con el pijama", ha indicado, para mostrar su deseo de que mejore el tiempo y anime a la gente a pasear o darse una vuelta por los escaparates de las siete calles.
A pesar de las consecuencias económicas negativas de la pandemia, Txarroalde ha precisado que se mantiene estable el número de comercios abiertos en el Casco Viejo. "Es cierto que hay locales que se han cerrado, pero del mismo modo se abren e incluso en estos tiempos hay valientes que se animan e inician sus negocios a pesar de la situación", ha valorado.