SAN SEBASTIÁN, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Gipuzkoa ha condenado a 15 años y 6 meses de prisión a un varón que en noviembre de 2013 asesinó, clavándole un cuchillo en el cuello, a la persona que le había acogido en su domicilio de la localidad guipuzcoana de Tolosa.
La sentencia, fechada el pasado 9 de julio, condena a este hombre, de 56 años, por un delito de asesinato con alevosía y puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
Además, prohíbe al acusado, por un periodo de 17 años, aproximarse a menos de 200 metros de distancia del domicilio o lugar donde se encuentren o a comunicarse con las dos hijas de la víctima, a las que deberá indemnizar con 38.000 euros a cada una.
Los hechos se produjeron el 10 de noviembre de 2013 en la localidad guipuzcoana de Tolosa. El acusado y la víctima se encontraban en el domicilio de esta última, donde ambos convivían desde hacía tres años, ya que el ahora fallecido le había acogido debido a "una mala racha económica de éste".
Según señala la resolución judicial, sobre las 2.30 horas el acusado "cogió un cuchillo con mango de madera", se acercó a la víctima y cuando esta estaba de pie en la sala de estar "le clavó un cuchillo en el cuello". La sentencia apunta que realizó esta acción "por la espalda, de forma sorpresiva, con el fin de que éste no se percatara de la maniobra".
La herida sufrida por la víctima le afectó a "tres arterias tributarias de la subclavícula derecha", causando un "abundante sangrado", aunque no produjo su muerte instantánea, sino que falleció a las 4.06 horas.
Durante el incidente en la vivienda el acusado "arrojó objetos por el balcón y la vivienda acabó desordenada". Después, salió a la calle "desnudo, portando un cuchillo y profiriendo gritos" con los que afirmaba que había dejado "el gas abierto" y que "se iban a encontrar un buen pastel dentro".
El acusado, cuando fue custodiado posteriormente por efectivos de la Guardia Municipal de Tolosa, comentó en varias ocasiones a los agentes policiales que "había matado al abuelo" y les indicó la dirección de la vivienda.
