ELA cree inaceptable que las medidas adoptadas por López en sus cien días de Gobierno sean reducciones presupuestarias

Actualizado: lunes, 17 agosto 2009 16:19

Lamenta que renuncie a proponer reformas fiscales "más progresistas" y cree que recurre a la propaganda para paliar "su vacío de ideas"

BILBAO, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

ELA cree "totalmente inaceptable" que las medidas adoptadas por el Gobierno de Patxi López en sus cien días de Gobierno tengan que ver con reducciones presupuestarias. Además, lamentó que renuncie a proponer reformas fiscales "más progresistas" y consideró que recurre a la propaganda para paliar "su vacío de ideas".

En un comunicado, la central sindical destacó que "la acción política del Gobierno vasco en materia económica y social se caracteriza por su componente mediático y propagandístico", y aseguró que "la falta de propuestas y alternativas conlleva que la política sea cada vez más efecto mediático y más propaganda, carentes de ningún contenido para paliar ese vacío de ideas".

Según precisó. "las medidas que ha anunciado el Gobierno vasco tienen que ver con reducciones presupuestarias, algo que es completamente inaceptable, máxime en una coyuntura de recesión" como la que se vive.

"Esas reducciones van a tener un reflejo negativo en el ya de por sí mermado gasto social. Resulta evidente que los límites de la política social y económica del PSE-EE, también en esos temas, vienen de la mano de su pacto con el PP", dijo.

REFORMAS FISCALES

En este sentido, subrayó que el Gobierno del PSE-EE "ha anunciado que no contempla dar marcha atrás a ninguna de las reformas fiscales regresivas realizadas en los últimos años y que han beneficiado a las rentas altas y empresariales". "Sobre este tema, sólo vemos continuidad, o lo que es lo mismo, dar por válidas todas esas reformas", manifestó.

En este sentido, indicó que "las apelaciones realizadas por el Lehendakari al 'logro' de poner en marcha las mesas de diálogo social contrastan con esta realidad: el Gobierno renuncia a proponer reformas fiscales más progresistas y, por supuesto, la fiscalidad es un tema que queda excluido del debate sindical y social".

A su entender, se trata de "un prueba fehaciente de que, en los temas de política real, son los intereses de la patronal los que mandan".

ELA señaló, además, que, "en relación a la precariedad consolidada en el mercado de trabajo, el Gobierno no ha planteado nada, escudándose en unas mesas de diálogo, de las que conoce su resultado".

"Si se tiene en cuenta las competencias muy limitadas en materia laboral de la Comunidad Autónoma Vasca y el fracaso -de momento- del "diálogo social" en el Estado, lo único razonable que se puede esperar de esas mesas son subvenciones y bonificaciones para las empresas y financiación indirecta para las organizaciones que den legitimidad a esa farsa", apuntó.

REFORMAS LABORALES

El sindicato nacionalista también quiso llamar la atención, "una vez más", sobre "el fracaso de las reformas laborales". "La alta temporalidad ha sido, en todas las reformas, la excusa para destruir derechos y, muy al contrario de lo anunciado por quienes las apoyaron, la temporalidad no se redujo", dijo.

En esta línea, resaltó que "la patronal, por el contrario, ha obtenido, reforma a reforma, una contratación precaria a su medida en la que, cuando quiere, realiza contratos fraudulentos a sabiendas de que no será sancionada".

"La dramática paradoja, en la actualidad, es que la temporalidad se reduce para pasar directamente al desempleo. Pues bien, muchos de esos temporales que van al desempleo lo hacen con muchos menos derechos de los que les habrían correspondido si simplemente se hubiese obligado a la patronal a cumplir la Ley", aseveró.

De esta forma, señaló que, en esta coyuntura, "resulta inaceptable que la Administración se niegue a hacer aquello que sí está en su mano: forzar a las empresas para que no contraten fraudulentamente, una competencia que sí tiene el Gobierno y que sistemáticamente se ha negado a desarrollar para no enfrentarse con la patronal".

Por ultimo, afirmó que, "sólo desde esa comodidad de quien se sabe protegido por el poder político, se puede entender la arrogancia de la patronal para pasar al ataque exigiendo reducciones salariales y rebajas en las partidas de gasto social". En su opinión, es "una osadía propia de quien sabe que los Gobiernos no van a hacer nada en contra de sus intereses".