BILBAO, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Colectivo de Presos de ETA, EPPK, dejará a cada recluso libertad para utilizar cauces legales con el fin de lograr su excarcelación, pero les pondrá como límites "el arrepentimiento o la delación". Además, destaca "lo doloroso" que resulta que haya iniciativas "separadas en favor de los presos" porque se ha conseguido "provocar la división" en el colectivo, algo que, según ha asegurado, era el objetivo a lograr por los Estados español y francés.
En el documento base del proceso de reflexión que ha abierto el EPPK, publicado por el diario Gara, el Colectivo de Presos de ETA recuerda que el debate que mantuvo en 2013 "fue el punto de partida de un nuevo rumbo". En este sentido, cree que la "la línea de actuación jurídica no es el único ingrediente de la estrategia eficaz para la vuelta a casa" de los reclusos, y señala que, "para abrir nuevas oportunidades, su desarrollo tiene que ir acompañado de un diseño político, institucional y social".
Además, considera que "la puesta en marcha del proceso independentista hará que cambie el carácter y la función de los presos políticos, ya que quedará en evidencia que los Estados" les retienen "como rehenes políticos al objeto de obstaculizar la libertad de Euskal Herria".
En este sentido, explica que los tres ejes principales de la nueva línea del EPPK será "acabar con la dispersión, agrupando al Colectivo; acabar con el destierro, trasladando al Colectivo a Euskal Herria; y vaciar las cárceles, excarcelando a los miembros del Colectivo".
De esta forma, asegura que dará "por buenos todos los pasos que se den en esa dirección, siempre con la conformidad y solidaridad de los miembros del Colectivo y con la ayuda del ámbito popular".
En esta línea, apunta que daría "por bueno todo agrupamiento, todo acercamiento y toda excarcelación, aunque el agrupamiento sea parcial, el acercamiento no suponga el traslado a Euskal Herria y la excarcelación no sea definitiva". Como referencia para acabar "con el alejamiento y la dispersión", pedirán que se les traslade a la cárceles de Zaballa y de Mont de Marsan.
A su juicio, "en Euskal Herria hay que tomar la firme decisión de hacer todo lo posible por traer a casa a presos y refugiados, así lo ha subrayado la Izquierda abertzale en el proceso Abian". "Y a nosotros nos corresponde concretar nuestra línea en base a ello", añade.
El EPPK señala que en la línea jurídica se abrirán diferentes posibilidades en función de la situación de cada preso. "Si esta propuesta es aprobada colectivamente, será cada preso quien decida aprovechar o no las posibilidades que le ofrezca la línea jurídica; será cada preso quien decida utilizar o no las diferentes solicitudes o cauces legales (redenciones, destinos, cambios de grado, permisos, acercamiento a Euskal Herria, libertad condicional, etc.), y contará en todo momento con el apoyo y la ayuda del Colectivo", asevera.
En todo caso, precisa que los límites que se marcan a la hora de llevar adelante esta nueva línea serán "el arrepentimiento y la delación".
Convencido de que en lo relativo a las cárceles la superación del conflicto "no se dará en torno a una mesa bilateral en contra de lo dictaminado por la Declaración de Aiete y la voluntad expresada por la organización ETA", señala que tiene que "reflexionar, debatir y decidir sobre cuál debe ser, en general, la función a desempeñar en el ámbito carcelario" y en esta nueva coyuntura.
DIVISIÓN
En su documento, el Colectivo de Presos de ETA manifiesta que, "tomando como base el total desacuerdo con la decisión estratégica adoptada por ETA, un sector concreto, que hace una lectura completamente distinta del ciclo político, se ha enfrentado a las principales decisiones de la izquierda abertzale", tomando a los presos "como bandera", en alusión al Movimiento por la Aministía y contra la Represión, denominado ATA, que defiende la amnistía de todos los reclusos.
"Así, por desgracia, algunos compañeros han optado por abandonar el Colectivo estando en la cárcel, y antiguos miembros han apoyado desde la calle a quienes cuestionan la línea de la izquierda abertzale", asevera.
Tras señalar que, "en lo relativo a las iniciativas a favor de los presos lo que hay que mirar no es el nombre del agente convocante, sino el objetivo de la iniciativa en sí", indica que le resulta "doloroso tener conocimiento de la existencia de iniciativas separadas a favor de los presos. "Y también sabemos que tan grande como nuestro dolor será la alegría del Estado porque, en cierta medida, ha conseguido provocar la división que durante tantos años ha buscado", apunta.
ORGANIZACIÓN
El EPPK recuerda que, a partir de 2011, el Colectivo se ha reducido a la mitad, de forma que quedan más de 350 presos en los centros penitenciarios. En esta línea, destaca que algunos de sus representantes y portavoces ya están en la calle, mientras que "el Grupo de Mediadores encargado de las relaciones con los agentes y organismos de la calle está disuelto".
El Colectivo de Presos de ETA señala que, para culminar este proceso de reflexión, deberá modificar y renovar su estructura interna y "su conexión de cara al exterior". En este sentido, añade que, en cuanto a la estructura interna, deberá elegir nuevos representantes y portavoces, y en lo relativo a la conexión exterior, subraya que "tendrá su propia voz e interlocución en las cuestiones que le atañen".
"En este nuevo ciclo, la vinculación política y organizativa de EPPK con la Izquierda abertzale y el proyecto independentista es indispensable y directa, sin estar sometido a ninguna organización u organismo", manifiesta.
Según apunta, el objetivo de su debate es "convertir al Colectivo en un activo para el proceso de liberación" tras "la confusión y parálisis de los últimos años". "Quienes últimamente se han situado fuera de EPPK tendrán la puerta abierta para participar en el proceso, siempre que, al igual que el resto, acepten las normas del Colectivo, los criterios para el proceso de reflexión y la lealtad que se le debe al debate", subraya.
Además, dice que el documento se debatirá en las asambleas y deberá ser aprobado por el conjunto del colectivo, en base al principio "un preso, un voto". Después se incorporarán "las ideas y criterios que se hayan expuesto en las asambleas". En caso de que el texto sea rechazado, se abordará un nuevo documento.
En este sentido, especifica que también la elección de los representantes generales del Colectivo y los representantes de cada cárcel se hará mediante votación, aplicando el principio "un preso, un voto".