BILBAO, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundación para la Libertad insistirá este año en el fomento de su actividad exterior con el objetivo de "corregir y neutralizar" la imagen "distorsionada" que los nacionalistas ofrecen del País Vasco en otros países. Éste será uno de los objetivos del colectivo para el presente ejercicio, en el que ha logrado el reconocimiento como órgano consultivo del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOG).
En un encuentro con los medios informativos, el presidente de la Fundación, Nicolás Redondo Terreros, aseguró que la pretensión de sus integrantes en su actividad exterior es transmitir la idea de que España "es un país normal", que vive en "una perfecta democracia".
Según precisó, comunicarán la imagen "real" de lo que sucede en Euskadi, "sin radicalismos y sin darmatizar", pero dejando claro que "existe una parte importante de su sociedad que tiene parte de sus derechos fundamentales condicionados" y es "necesario comunicarlo al resto del mundo".
En este sentido, lamentó que se traslade, "habitualmente y con una cierta eficacia", en el ámbito internacional, "una imagen radicalmente distorsionada" que transmite, al final, que "los que llevan escolta, los que tienen protección, quienes tienen limitados su derecho de expresión y libertad de opinión, terminan siendo, para algunos, los dominantes, los verdugos, los acusadores y los inquisidores".
Para el vicepresidente de la Fundación, Javier Elorrieta, en el uso "propagandístico" que se hace de la realidad vasca "van juntos, en muchas ocasiones, el nacionalismo institucional y el terrorista", para buscar "un bucle de legitimación de su proyecto en el exterior".
Como ejemplos de estas actividades "comunes", aludió a los viajes realizados por representantes del Ejecutivo vasco y de la izquierda abertzale a Sudáfrica para entrevistarse con mediadores internacionales o los desplazamientos a Montenegro para ejercer como observadores en el referéndum de independencia.
Según manifestó, se produce en ellos "una necesidad de falseamiento de la realidad" para buscar "su legitimación" con relatos "disparatados y distorsionados". Además, consideró que, tanto "el nacionalismo terrorista de ETA", en el que enmarcó a Askapena o Behatokia, como "el institucional" están fomentando actividades en el exterior "para vender el proyecto soberanista".
Por esta causa, la Fundación consideró "importante" conseguir un reconocimiemnto institucional, que le llevó a solicitar el ingreso en el ECOSOG de Nacionas Unidas como órgano consultivo, una petición que ya ha recibido el visto bueno de la ONU.
"Esto nos va a permitir una actividad muy importnate, no sólo de neutralizar la actividad nacionalista, sino de explicar la realidad desde el punto de vista del constitucionalismo, ser la otra voz", precisó Elorrieta.
Al margen de su petición de entrada en la Red de Fundaciones Europeas, el colectivo ha aprobado algunas actividades concretas de su acción exterior entre las que se encuentra la de explicar su visión de Euskadi a la comunidad vasca en Idaho (EE.UU.).
También está pendiente de que se concrete la posibilidad de intervenir en la Universidad de Stanford para evitar que, quienes escucharon al lehendakari en su conferencia sobre Euskadi, "se queden con un solo punto de vista". "Nosotros -puntualizó Redondo- no queremos que Ibarretxe deje de ir, sino dar la otra versión de lo que es el País Vasco".
Por su parte, el también miembro de la Fundación para la Libertad, Teo Uriarte, dio un repaso a las actividades realizadas durante el pasado año y avanzó otras para el presente, al margen de las internacionales. Entre ellas, citó la constitución del seminario en recuerdo de Loyola de Palacio, el desarrollo de diversos actos en el Ateneo de Madrid, unas jornadas a celebrar en Vitoria en colaboración con el Fondo Judío Internacional y la celebración de sendos conciertos de homenaje a las víctimas del terrorimo en Madrid y Valencia.