BILBAO, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El sindicato LAB denunció hoy la "imparable" escalada de precios, que "asfixia" las economías familiares debido a las "exageradas" subidas de los alimentos. En este sentido, reclamó que, "en lugar de perseguir la actividad sindical y el derecho a un descanso digno", se investigue "la concertación de precios practicada por las grandes cadenas de distribución, que funcionan en régimen de monopolio".
En un comunicado, el sindicato abertzale alertó de que el incremento "descontrolado" de los precios de los alimentos básicos y de los productos energéticos, unido al encarecimiento de los créditos hipotecarios, está recortando "severamente" el poder adquisitivo de las familias.
En este sentido, apuntó que las "exageradas" subidas de los precios de los alimentos se explican por "la elevada concentración" de la distribución "en manos de grandes cadenas comerciales", así como por las prácticas empresariales dirigidas a "acordar subidas de precios para incrementar beneficios, no por defender el derecho a descansar los domingos y festivos".
LAB recordó que la "importante" subida del IPC en el mes de marzo "da continuidad a los sucesivos incrementos" de precios registrados desde el verano del año pasado, en lo que califica de "carrera inflacionista que no parece remitir" a pesar de que las previsiones iniciales "hablaban de una reducción sustancial a partir de la primavera".
El aumento del IPC en marzo, según indicó, ha venido marcado por la subida de precios de Vestido y calzado como consecuencia del inicio de la temporada primavera-verano, del repunte registrado por el Transporte que "acusa el encarecimiento de los carburantes", y por "efecto" de la Semana Santa que "ha adelantado el tradicional aumento" de precios en Hoteles, cafés y restaurantes.
No obstante, advirtió de que, "más allá del repunte inflacionista de marzo", es preciso tener en cuenta que la tasa interanual está "alcanzado valores desconocidos" desde hace más de una década. "Las causas de estas elevadas tasas de inflación son la evolución del precio del petróleo y su efecto en los combustibles, el transporte y la calefacción, pero sobre todo las disparatadas subidas de precios de los alimentos básicos", manifestó.
Por ello, denunció que la compra de estos productos básicos "absorbe gran parte del presupuesto familiar de la clase trabajadora, con salarios bajos y prestaciones asistenciales míseras", por lo que la subida de precios de estos productos les "castiga de manera especial".
En este contexto, reclamó que, "a la hora de buscar responsables, en lugar de perseguir la actividad sindical y el derecho a un descanso digno, sería más acertado investigar la concertación de precios practicada por las grandes cadenas de distribución, que funcionan en régimen de monopolio".
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