Certel anunciador de la exposición 'Odisea 1937' - JUNTAS GENERALES DE BIZKAIA
BILBAO 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las Juntas Generales de Bizkaia clausurarán el próximo día 29 la muestra 'Odisea 1937', que repasa, en su sede administrativa de Bilbao, "historias de superación" vividas en dos centros hospitalarios que el Gobierno Vasco instaló en la Guerra Civil, el hospital de La Roseraie, en Lapurdi, y el buque-hospital Habana, atracado cerca de Burdeos.
Según han recordado desde el Parlamento vizcaíno, la exposición propone "un emocionante recorrido visual por una de las páginas menos conocidas de la Guerra Civil en Euskadi" a través de material gráfico que "no ha visto la luz hasta ahora" que recoge "la odisea de cientos de gudaris y civiles vascos heridos y exiliados que fueron acogidos y asistidos" en estos dos centros hospitalarios.
Comisariada por el director del Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango, Aitor Miñambres Amezaga, y el periodista y fotógrafo Mauro Saravia, presenta una colección de fotografías y documentos conservados durante décadas por Federico González Santiago y Manuel Arumbarrena, combatientes vascos heridos en 1937 durante la defensa de Bilbao, y por Gotzone Arancibia, la enfermera de ambos.
El eje central de la exposición es la historia del hospital La Roseraie, ubicado en Bidarte (Lapurdi), que entre 1937 y 1940 acogió a más de 1.600 combatientes y civiles vascos. El hospital, impulsado por el Gobierno Vasco tras la caída de Bilbao, se convirtió en "un espacio de recuperación física y emocional, pero también de formación profesional y vida comunitaria, con talleres, actividades académicas, deportivas y hasta una coral compuesta por heridos de guerra", han explicado desde las Juntas.
Algunos combatientes heridos pasaron también por el vapor Habana, habilitado como barco-hospital, que estuvo atracado durante la contienda bélica cerca de Burdeos y supuso "otro importante centro de recuperación para combatientes del bando republicano".
'Odisea 1937' combina más de 40 fotografías históricas, paneles informativos, mapas y "una línea del tiempo que contextualiza los hechos desde el inicio de la Guerra Civil hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y la larga postguerra".
La muestra, han relatado sus responsables, "visibiliza historias personales como la del propio González, quien tras múltiples hospitalizaciones y un arriesgado exilio por mar, terminó trabajando en el frente de guerra francés, después fue internado en un campo de concentración a su regreso a España, y no vio reconocidos sus derechos como mutilado de guerra hasta 1979".