La mitad de los jóvenes vascos tiene trabajo, pero el 21% teme perderlo en un año

Las mujeres jóvenes presentan menos paro, pero tienen peores condiciones laborales

Joven Trabajador
REMITIDA
Europa Press País Vasco
Actualizado: miércoles, 30 mayo 2012 15:40

VITORIA, 30 May. (EUROPA PRESS) -

La mitad de la juventud vasca está trabajando actualmente, aunque el 21 por ciento teme perderlo en el plazo de un año. Asimismo, cerca de un tercio se encuentra estudiando y el 18 por ciento está en paro, según los datos del informe sobre empleo juvenil en Euskadi realizado por el Observatorio de la Juventud.

El estudio se ha realizado con encuestas domiciliarias realizadas entre el 14 y el 25 noviembre de 2011 a una muestra de 1.927 jóvenes. La edad máxima se ha ampliado en esta ocasión hasta los 34 años "debido a que la emancipación en el País Vasco se produce de media a los 30, influenciada por la precariedad laboral, el alargamiento del periodo formativo y la carestía de la vivienda", según han explicado sus responsables.

Los datos revelan que ocho de cada diez jóvenes tienen algún tipo de experiencia laboral y que el 56 por ciento accedió a su primer trabajo remunerado antes de terminar los estudios.

El tiempo que transcurre de media entre la finalización de los estudios y el acceso al empleo es de siete meses. Asimismo, el modo de acceso más frecuente a ese primer empleo es a través de familiares y amistades (41 por ciento), seguido de la búsqueda personal directa (30 por ciento).

En cuanto a las características del empleo, más de la mitad de la juventud que trabaja tiene contrato indefinido, y solo un 3 por ciento lo hace sin contrato -de éstos, tres de cada cuatro son mujeres-. No obstante, el 21 por ciento teme perderlo en el plazo de un año.

Por otro lado, el 75 por ciento trabaja a jornada completa, porcentaje que baja al 65 por ciento entre las mujeres, y el 57 por ciento tiene el trabajo que buscaba, aunque un 42 por ciento lo cambiaría si pudiera para mejorar sus condiciones laborales.

El salario neto medio mensual es de 1.116 euros, media que es superada por los hombres, por quienes tienen estudios superiores y por quienes trabajan en Gipuzkoa. Sin embargo, la principal fuente de ingresos para el 36 por ciento de la juventud es la familia: el 10 por ciento de quienes tienen entre 30 y 34 años depende económicamente de ella y el 26 por ciento del total de jóvenes que trabajan necesita completar sus ingresos con ayuda de sus familiares.

El sueldo es una de las variables con la que menos satisfecha está la juventud empleada, puesto que la mitad (53 por ciento) considera que su trabajo está bien pagado, porcentaje que desciende 4 puntos entre las mujeres.

Respecto a quienes se encuentran en paro, el 73 por ciento ha buscado activamente empleo durante los tres últimos meses (con una media de 9 meses de búsqueda) y la mayor parte cree "poco o nada" probable encontrarlo en el plazo de seis meses.

En estas circunstancias, un 44 por ciento está en disposición de salir a trabajar al extranjero y un 88 por ciento aceptaría un empleo que supusiera un cambio de profesión u oficio. Pese a ello, tres de cada cuatro jóvenes en paro no se plantean el autoempleo.

La característica más valorada en un empleo, tanto por quienes trabajan como por quienes están en paro, es la estabilidad. En este momento, ésta es mayor en Gipuzkoa, donde la mitad de la población joven que trabaja lleva más de 3 años en su empleo (51 por ciento), mientras que en Bizkaia se sitúa por debajo de la media (39 por ciento).

PERFILES

Con los datos del estudio, el Obsevatorio de la Juventud ha definido cuatro perfiles de la juventud vasca en su relación con el empleo. El primero es el de la juventud satisfecha con su trabajo, que alcanza al 57 por ciento de quienes tienen empleo y se caracteriza por una mayor presencia en personas de entre 30 y 34 años, con estudios superiores, contrato indefinido, trabajo a jornada completa y empleo cualificado. Este colectivo presenta un salario medio de 1.262 euros y otorgan un 7,2 sobre 10 en la valoración de su vida actual.

El segundo perfil es el de la juventud que teme perder su trabajo, colectivo en el que se encuentran, en mayor medida, personas de entre 25 y 34 años que no han alcanzado el nivel de estudios superiores, no saben euskera ni inglés y tienen un contrato temporal a jornada completa.

Su salario está unos 100 euros por debajo de la media, seis de cada diez cambiarían de empleo si pudieran y un 40 por ciento ha dado pasos para buscar otro. Un porcentaje elevado desempeña un trabajo por debajo de su cualificación y nada relacionado con su formación. En una escala del 0 al 10, valoran su vida con un 6,4.

El tercer perfil es el del empleo femenino. Las mujeres jóvenes presentan menos paro que los hombres, pero tienen peores condiciones laborales: cobran casi 200 euros menos que los hombres de media, trabajan más sin contrato y a jornada parcial por obligaciones familiares, se emplean más en el sector público y el servicio doméstico, tienen menos disposición hacia el autoempleo y la movilidad geográfica, y se muestran más dispuestas a aceptar un trabajo de categoría y salario inferiores al que corresponde a su cualificación.

Finalmente, el perfil de la juventud en paro supone un 18 por ciento, y quienes componen este grupo se caracterizan por ser en mayor medida hombres, con estudios obligatorios y conocimientos bajos de inglés y euskera. La mitad de ellos dispone de menos de 600 euros mensuales, su principal fuente de ingresos son la familia y la pareja, la mayoría busca trabajo activamente, lo que más valoran en un empleo es la estabilidad y el sueldo.

Nueve de cada diez de los jóvenes parados cambiarían de oficio o profesión, y cuatro de cada diez saldrían al extranjero para obtener un empleo. La valoración que hacen de su vida actual es la más baja de las estudiadas: 5,7 sobre 10.

Contenido patrocinado