BILBAO, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un total de 62.589 niños vascos de edades comprendidas entre 0 y 3 años consumen casi 140 millones de pañales al año, lo que supone la generación de casi 30.000 toneladas de residuos anuales de estos elementos, que contienen productos derivados del petróleo.
De hecho, según un estudio elaborado por BioBaby, casi la mitad de los padres encuestados desconoce que los pañales tradicionales contienen productos derivados del crudo, siendo el empleo de materiales biodegradables es uno de los factores más valorados por los padres a la hora de elegir un pañal, junto a la calidad y el cuidado de la piel del bebé.
Según se desprende del informe, un bebé español gasta una media de seis pañales diarios, lo que supone que utilizan 6.570 pañales a lo largo de sus tres primeros años de vida (tiempo estimado que un bebe usa pañales).
A nivel nacional, la cifra residuos generados por esta razón asciende a 900.000 toneladas anuales, o lo que es lo mismo, llenar el estadio Santiago Bernabéu dos veces con pañales sucios. De ello se deduce que un niño, en sus tres primeros años de vida, genera unos desperdicios 500 veces superiores a su peso al nacer.
DESCONOCIMIENTO DE LOS PADRES
El estudio de Biobaby refleja, igualmente, el "gran desconocimiento" de esta problemática medioambiental, pues el 85 por ciento de los padres desconoce el "efecto nocivo" de los pañales de sus hijos en el entorno.
El estudio de BioBaby, elaborado a partir de una muestra de 600 padres, refleja que un 49 por ciento identifica la celulosa, material orgánico, como el principal componente de los pañales. Sin embargo, casi la mitad de los encuestados desconoce que el pañal contiene productos derivados del petróleo (polipropileno, polietileno, elásticos, adhesivos y plásticos), altamente contaminantes.
Pese a esta desinformación, el trabajo refleja que los ciudadanos son por lo general cada vez más sensibles a los problemas medioambientales y a la necesidad de minimizar la generación de residuos. En esta línea, el estudio de BioBaby recoge que los padres valoran positivamente que el pañal de sus hijos esté fabricado a partir de materiales biodegradables.