Afirma que la empresa tiene "mucha culpa" y, al margen del problema del acero chino, "juega sus bazas"
BILBAO, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de CC.OO. de Euskadi, Unai Sordo, cree que el plan elaborado por el Gobierno vasco para la planta de Arcelor Mittal en Zumarraga es una "declaración de intenciones" y teme que quede "en agua de borrajas" si el Ejecutivo autónomo no "presiona y amarra" un compromiso de la empresa.
En una entrevista a Europa Press, Sordo se ha referido, de esta manera, al Plan diseñado por el Ejecutivo autónomo para dar continuidad a la planta de Zumarraga como alternativa al anuncio de Arcelor de cesar parcialmente la actividad en esta fábrica.
El sindicato ha indicado que valorará este plan en función de la "disposición" de Arcelor, ya que, si hubiera algún tipo de "compromiso" por parte de la empresa en "trabajar en esas inversiones y en esa perspectiva", podría ser un "línea de trabajo que conviene explorar".
"Hay que ver si hay agua en la piscina. Es decir, si se ha hecho algún tipo de presión o de contacto con Arcelor o esto se mueve un poco todavía en el terreno de las buenas intenciones y de dar la impresión de que se hace algo", ha añadido.
En este sentido, ha asegurado que, en este momento, no tienen "ninguna certeza" de que el Gobierno vasco "haya amarrado ningún compromiso con Arcelor". "Y, si eso no fuera así, evidentemente se puede quedar en agua de borrajas y en una mera pose", ha precisado.
Sordo ha señalado que la actitud del sindicato que representa va a ser "explorar la actitud de Arcelor" y cree que hay que "forzar a que la empresa adquiera un compromiso en estos parámetros de nuevas actividades o de inversiones".
A su juicio, las instituciones se tienen que "volcar" porque tienen "más poder del que a veces quieren hacer creer a la hora de condicionar la actuación de esas multinacionales". "Las instituciones tienen que presionar a la multinacional", ha añadido Sordo, que ha emplazo al Gobierno vasco a hacerlo.
"Cualquier escenario que sirva para mantener actividad o para mantener el empleo en las plantas de Euskadi, nosotros vamos a estar ahí y vamos a explorar esa posibilidad, pero hay que testar la voluntad de Arcelor Mittal porque, si no, puede ser un brindis al sol", ha añadido.
A su juicio, si se realizan las inversiones necesarias y si se adaptan algunos sistemas de trabajo y productivos, la planta "puede ser viable".
Sobre la gestión que ha hecho el Gobierno vasco de la crisis del sector del acero, cree que, "en general, hasta ahora, lo que ha hecho es, de alguna manera, escudarse en la existencia de un problema general en el sector del acero", que, en todo caso, es "cierto" porque hay "un problema objetivo de competencia desleal por parte del acero chino". En todo caso, ha subrayado que son temas "difíciles de gestionar".
En el caso de Arcelor, ha indicado que, "aparte del problema objetivo del acero chino", cree que la empresa está "jugando sus bazas y juega con la existencia de que tiene un montón de plantas repartidas por toda Europa y por la propia China y por otras partes del mundo y lo que hace es mover sus piezas para intentar maximizar sus beneficios, sin tener suficientemente en cuenta la situaciones que genera en zonas como Zumarraga o Sestao". "La empresa tiene mucha culpa de lo que está ocurriendo", ha agregado.
A su juicio, la empresa está jugando "con una política de hechos consumados" y el sindicato está "todavía en la de revertir esa política de hechos consumados".
