Un total de 329 niños fueron adoptados en Euskadi en 2006, el 94% de ellos procedentes del extranjero

BILBAO, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un total de 329 niños fueron adoptados por familias de Euskadi el año pasado, de los que el 94% eran de procedencia internacional, principalmente de China y Rusia. Además, actualmente un total de 2.880 niños adoptados viven en Euskadi, la mayoría de ellas niñas, acogidos por 2.500 familias vascas.

Estos datos fueron facilitados esta mañana en una rueda de prensa en Bilbao por el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, Javier Madrazo, en la que señaló las medidas que la nueva ley de regulación de las Diputaciones Forales en este ámbito establecerá una diferencia máxima de 44 años entre adoptante y adoptado. Además, se creará el Servicio Integral de Postadopción, que atenderá los problemas que pueden surgir tras la adopción en las familias.

Según indicó Madrazo, en 2005 hubo unas 689 nuevas solicitudes de adopción, 647 internacionales y 42 de caracter nacional, de las que 328 se materializaron en adopción, 304 de caracter internacional y 24 dentro de Euskadi. Bizkaia es el territorio histórico que más solicitudes realizó y en el que más adopciones se concedieron, 355 solicitudes y 174 niños adoptados. Le siguen Gipuzkoa, con 213 solicitudes y 95 adopciones y Álava, que registró 121 peticiones de adopción y que formalizó 59. Como media, los procesos de adopción duraron unos tres años.

En torno a un 63% de las adoptadas en 2005 eran niñas, y el 37% niños. La mayoría de ellos, un 59%, tenían de 0 a 3 años y un 21% entre 3 y 6. De 6 a 9 años fueron el 13% de los adoptados, de 9 a 12 años el 5% y sólo un 2% tenía más de 12 años de edad.

En cuanto a la procedencia de los adoptados, nueve de cada diez niños vienen del extranjero, los principales países son China, con un 44% de las adopciones internacionales, y Rusia, un 25%. Madrazo resaltó también países como Ucrania o Colombia, que registran el 11% y el 6% de las adopciones, respectivamente.

Según el consejero, China y Rusia encabezan esta lista "porque no existen problemas especiales en el proceso de adopción y se pueden adoptar niños de poca edad".

LEY DE DIPUTACIONES

Madrazo recordó además que su Departamento ha elaborado una nueva ley para la regulación del procedimiento que siguen las Diputaciones Forales en materia de adopción de menores de edad. En este nuevo decreto, que el consejero confía que esté aprobado para septiembre, se establece una diferencia máxima de 44 años entre el miembro más joven de la familia adoptante y el niño adoptado, estando este límite anteriormente en 42 años.

De este modo el decreto, que ya ha sido aprobado por el Consejo Vasco de Bienestar Social, regulará aspectos del certificado de idoneidad, que es concedido por las Diputaciones vascas.

Además, la ley mantendrá aspectos como que la edad mínima del adoptante sea de 25 años y la diferencia mínima sea de 14. "Con estas medidas nos aseguramos que cuando el adoptante tenga 65 años, la edad de jubilación, el niño tendrá al menos 18", explicó Madrazo. El consejero señaló que en las adopciones "lo que prima es el interés del menor", y se busca la familia que el menor necesita "no el menor que la familia quiere", matizó.

Asimismo, la Consejería está trabajando en una ley de regulación para las entidades privadas de adopción internacional, que obligará a que estas se acrediten en un registro de las diputaciones mediante concurso público, para que se realice un mayor control sobre estas y se puedan imponer sanciones en caso de saltarse aspectos de la ley.

Madrazo explicó además que, puesto que la adopción es un fenómeno "en crecimiento y con cada vez más implicados", el Gobierno Vasco está impulsando varias medidas para ayudar a padres y madres que adoptan, a los niños adoptados y al profesorado. Así, el año pasado se elaboró una guía de postadopción para padres y se están realizando también para niños y para profesores.

Por otro lado, el Ejecutivo vasco pondrá en marcha un Servicio integral de postadopción, que atenderá el tema especifico de los adoptados y sus familias, en aspectos como la adaptación del niño, la separación de su familia biológica o la revelación de los orígenes del menor.