15J.- Ibarra dice que la "ruptura" con la dictadura fue la derogación de todas las leyes del régimen franquista

Asegura que ha estado 30 años en primera línea política porque se ha puesto en ocasiones al "borde del precipio sin miedo" a caerse

Europa Press Extremadura
Actualizado: jueves, 14 junio 2007 16:27

MÉRIDA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente en funciones de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, sostuvo hoy que, en la Transición, la "ruptura" con la dictadura fue la derogación de todas las leyes del régimen franquista.

En una entrevista concedida a Europa Press con motivo del 30 aniversario de las elecciones democráticas de 15 de junio de 1977, Ibarra recordó que él era diputado nacional cuando se aprueba la Constitución y en las "cláusulas finales" consta que quedaban derogados el "fuero de los españoles" y "las leyes fundamentales del movimiento", que conformaban el sistema legislativo del franquismo.

"Es verdad que al final todo lo vendimos como la transición de la dictadura a la democracia", explicó Ibarra, quien no obstante subraya que las citadas derogaciones constituyen la "ruptura" real con el anterior régimen. "Fue un momento de decir: al fin lo conseguimos", apostilló.

"CASUALIDADES"

El presidente extremeño aseguró que la política activa "no ha sido nunca" su "pasión", y que si ha permanecido durante estos 30 años en primera línea del escenario político nacional y extremeño ha sido por una "sucesión de casualidades".

Así, recordó que para las elecciones de 1977 iba de número tres en la lista de Badajoz porque Alfonso Guerra le había dicho que sólo sacarían un escaño en la provincia. "Yo iba sólo por rellenar la lista, pero no para dedicarme a la política activa; nunca he sabido si Alfonso Guerra se equivocó o me engañó, más bien creo lo segundo", apuntó Ibarra con su habitual ironía.

El dirigente extremeño consideró que las "razones del éxito" que ha obtenido como política "radican seguramente" en que nunca tuvo interés real en dedicarse activamente a la política, lo cual "en muchas ocasiones" le ha permitido "ponerse al borde del precipio" sin miedo. "Normalmente --explicó-- cuando uno se pone al borde del precipicio sin miedo a caerse hace que al adversario le tiemblen las piernas y se eche para atrás; yo he hecho desafíos y retos que casi nadie que tuviera un apego al puesto se hubiera arriesgado".

Así, Rodríguez Ibarra indica que en su "subconsciente" percibe que "más de un reto" de los que hizo era en el fondo "una excusa para marcharse". "El problema era que cada reto que ganaba me asentaba más en el sillón", apostilló el presidente extremeño, quien, sin embargo, reitera, haciendo un simil taurino, que una vez que le pusieron "el traje de luces" se puso a torear "con pasión y lo mejor posible".

AMENAZA MILITAR

Respecto al contexto en el que discurrieron las primeras elecciones el líder del PSOE extremeño recuerda "con mucho cariño" los mítines de la campaña electoral, a los cuales, según apunta "no asistía mucha gente", si bien "muchas personas de la calle o desde sus casas levantaban el puño en señal de apoyo al Partido Socialista".

Así mismo, reconoció haber temido "siempre, hasta el año 1982" que el Ejército, que en aquel entonces era "casi todo el poder que había en España", echara por tierra los avances conseguidos en los inicios de la democracia.

"El Ejército era un sable que estaba pendiendo sobre nuestras cabezas lo cual por una parte era totalmente pernicioso, pero al mismo tiempo también significó una enorme y extrema prudencia a la hora de ir abordando los cambios que había que dar de una España de dictadura a una España democrática y que se hiciera sin violencia, sin excesivo ruido, sino consiguiendo los objetivos que nos habíamos propuesto los demócratas", explicó.

Preguntado sobre el fracaso de sectores del Ejército por derribar la democracia, incluida la intentona del 23-F, Ibarra indica que los propios militares "tenían la conciencia de que no iban a ningún sitio" y de que un golpe de estado "simplmente iba a ser una farsa tipo Valle Inclán", dado que "no cabía una España dictatorial en una Europa democrática". "El Ejército sabía que un golpe de estado era pan para hoy y hambre para mañana", sentenció Ibarra.

Respecto a la posición de la sociedad española de entonces frente alos golpistas, Rodríguez Ibarra dijo no estar "muy de acuerdo con que el pueblo español estuviera absolutamente concienciado en impedir cualquier tipo de movimiento golpista".

Así, recuerda que durante el 23-F, fecha en la que estuvo en el Congreso, "la gente se metió en su casa y no salió hasta la mañana siguiente". "Seguramente --explicó-- porque el Ejército entonces era muy poderoso y no había una preparación ciudadana de defensa de algo que se estaba empezando a conquistar". EL GOBIERNO DE GONZÁLEZ

Preguntado por lo mejor que ha ocurrido en estos 30 últimos años, sostuvo que a su parecer ha sido el Gobierno de Felipe González, de quien dijo "que sacó a España de la cutrería, abrió el país a Europa y al mundo y al mismo tiempo creó el estado del bienestar", lo que significó un gran avance social que fue en realidad "una revolución". En cuanto a las figuras decisivas de la Transición, Ibarra consideró que la historia "la han escrito siempre colectivos y no personajes individuales". No obstante, dijo que ahora se le está rindiendo un "merecido homenaje a Suárez", si bien subraya que quien nombró a éste como presidente para emprender la reforma política fue el Rey , al cual consideró "una pieza clave" de la Transición.

Así mismo aseguró que todo prosperó hacia la democracia por los miembros de los partidos políticos y en particular por la colaboración de Santiago Carrillo y Felipe González quienes "se guardaron los programas máximos --de sus partidos-- en el cajón".

Así Ibarra explica que el PSOE no renunicó oficialmente a la república, pero sin embargo "jamás" ha "salido a la calle a reivindicarla", decisión con la cual él está particularmente "satisfecho" y "orgulloso".

En cuanto al Partido Comunista, recordó el día en que Santiago Carrillo "apareció en la sede de su partido con la bandera esapñola al lado", lo cual fue "un ejemplo que los españoles tenemos que agradecer constantemente".

Respecto a su condición de presidente de Extremadura, Ibarra sostuvo que la constitución de la autonomía "ha sido volver a nacer, tener futuro, tener confianza y también posibilidades", ya que, en su opinión, "Extremadura era una leyenda negra" y la autonomía ha permitido que sea una región en igualdad de oportunidades con las demás.

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