Adenex cree que las monterías y rehalas son una actividad "lucrativa y privada" que no de ser Bien de Interés Cultural

Archivo - Caza
Archivo - Caza - FEDERACIÓN CAZA C-LM - Archivo
Publicado: sábado, 8 mayo 2021 19:58

   MÉRIDA, 8 May. (EUROPA PRESS) -

   La Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura, Adenex, ha presentado alegaciones al proyecto de la Junta de Extremadura de declarar las monterías y rehalas como Bien de Interés Cultural.

   Para la organización, ambas prácticas no reúnen los requisitos que la propia ley 2/1999 de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura establece para alcanzar esta declaración.

   La citada ley define lo que constituye patrimonio histórico y cultural de Extremadura como "los bienes tanto materiales como intangibles que, por poseer un interés artístico, histórico, arquitectónico, arqueológico, paleontológico, etnológico, científico, técnico, documental y bibliográfico, sean merecedores de una protección y una defensa especiales (...) así como (...) las formas de vida y su lenguaje que sean de interés para Extremadura".

   Para Adenex, ni las monterías ni las rehalas reúnen este requisito fundamental, ya que "ni tienen valor artístico, ni etnológico". La práctica actual de la caza mayor en montería con rehalas "no es una práctica popular ni extendida, sino un negocio privado y exclusivo de una minoría".

   Además, la declaración como BIC se realiza a aquellos elementos que deben conservarse y servir para el disfrute público: un castillo, un yacimiento arqueológico, una variedad lingüística como "A Fala" o incluso una ceremonia religiosa, pone como ejemplos la asociación, en un comunicado.

"LUCRATIVA, PRIVADA Y MINORITARIA"

   En este caso, insiste Adenex, las monterías son una "actividad lucrativa exclusivamente privada, sin ningún disfrute público". Según la Federación Extremeña de Caza, en 2020 hubo 35.000 personas federadas, lo que supone menos del 3,5% de la población extremeña, estimada en 1.058.763 personas. Por lo tanto, insiste Adenex, se trata de una "actividad minoritaria y privada, sin una base cultural ni social".

   Otro de los valores de un bien para ser declarado BIC, según la ley extremeña, es su percepción positiva consensuada por el conjunto de la sociedad. Este caso "tampoco se da en las monterías ni en las rehalas", apunta Adenex, por el "rechazo social cada vez mayor a estas prácticas". Un ejemplo, la plataforma Change.org ha reunido, de momento, 95.000 firmas en contra de esta declaración, "tantas casi como habitantes tiene la segunda ciudad más grande de Extremadura, Cáceres", señalan.

   A estas argumentaciones, la organización añade el propio "rechazo de los técnicos" de la Junta de Extremadura a esta declaración. Si finalmente el gobierno regional aprueba que las monterías y rehalas sean consideradas BIC, supondría un "desafortunado precedente, donde los argumentos políticos, electoralistas y de algunos grupos de presión se situarían por encima de los técnicos".

   Para Adenex, sería "lamentable" que la gestión del patrimonio regional quedara "supeditado al interés de unos pocos, por encima de los criterios técnicos y de la mayoría".

BIENESTAR ANIMAL

   Por otro lado, Adenex incide en las condiciones de los perros de rehalas, donde en "muchas ocasiones sus condiciones de vida no reúnen los mínimos estándares de bienestar animal". Además, el Parlamento Europeo ha puntualizado a España, asegura Adenex, que "la caza en campo abierto con perros está prohibida por ley a causa de la crueldad que conlleva".

   Adenex apunta que la única práctica cinegética reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad es la cetrería, caza con aves de presa, que tiene "unos valores culturales, populares e instrumento de integración y diversidad que no están en la montería ni en la rehala".

   El Parlamento Europeo también solicita al gobierno que reconozca los derechos de los españoles no cazadores (el 98,4% de los españoles) de disfrutar de la naturaleza e interactuar con el medio ambiente de manera pacífica, sin las "restricciones" impuestas por la caza y "desproporcionada asignación en exclusiva de tierras para fines cinegéticos".

   En este aspecto también incide Adenex, que destaca las "importantes afecciones" que las monterías tienen sobre otras actividades que se desarrollan en el medio natural, mediante el corte de caminos, compuertas de arroyo, vías pecuarias y públicas, total o parcialmente, que deberían estar completamente accesibles.

Leer más acerca de: