La agencia de calificación Fitch mantiene el rating a largo plazo de Caja de Extremadura con "una perspectiva estable"

MÉRIDA 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

La agencia de calificación británica Fitch ha decidido mantener el rating a largo plazo de Caja de Extremadura en A con "una perspectiva estable" y representando el mismo con el que "siempre" ha calificado a la entidad extremeña.

Según explicó Caja de Extremadura en nota de prensa, este nivel es el otorgado a una entidad con una "calidad crediticia elevada" y sitúa a la entidad extremeña en la misma calificación que otras cajas de ahorros de un tamaño muy superior, como es el caso de Caixanova; Caja del Mediterraneo o CajaSol; e incluso superarlo, como el caso de Bancaja, tercera caja de ahorros por tamaño de balance; Sa Nostra; Caixa Galicia; o Caja Granada.

La agencia de calificación también destacó la "fuerte implantación" de Caja de Extremadura en su zona de actuación, la "gestión proactiva" que está realizando en estos momentos de crisis económica, la "fuerte liquidez", su "rentabilidad operativa" y la "importante base de recursos propios" que mantiene.

Al mismo tiempo, Fitch valoró muy positivamente el "alto nivel" de eficiencia de Caja de Extremadura, situado entre los "más altos" del sector de cajas de ahorros; la "calidad" de los activos, que se refleja en una ratio de morosidad "notablemente inferior" a la media de las cajas de ahorros; la cobertura de los activos dudosos que duplica a la del sector; y el que la entidad "no haya tenido la necesidad" de acudir a las medidas de financiación puestas en marcha por el Banco Central Europeo desde el comienzo de la crisis financiera y económica.

Fitch también destacó que, a pesar de la recesión que sufre actualmente España y del "profundo ajuste" del sector inmobiliario, los indicadores de rentabilidad de la caja son "buenos" si estos se comparan con el sector, debido principalmente al "estricto control" del coste, lo que le permite a Caja de Extremadura continuar generando un beneficio "operativo óptimo".

Al respecto, indican que durante 2008 y el primer semestre de 2009 el incremento del coste del crédito para las mayorías de las cajas se producía por el alza de la morosidad, mientras que para Caja de Extremadura, más de la mitad de las dotaciones son imputables a "criterios conservadores" impuestos por la entidad en previsión de un "posible mayor deterioro futuro del entorno económico".