Los conductores del servicio de autobús urbano de Badajoz inician una huelga la próxima semana

BADAJOZ 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los conductores de autobuses urbanos de Badajoz iniciarán el próximo día 31 de octubre un periodo de huelga que se prolongará a los días 2,6,7,14,20,21 y 28 de noviembre, y que consistirá en jornadas de paro que afectarán a las 24 horas del día.

El anuncio fue hecho esta mañana en rueda de prensa por el secretario regional de Transporte, Carretera y Urbanos de UGT, Nicolás Romero, en la sede pacense del sindicato, quien indicó que el cese de la actividad se debe al retraso en las negociaciones del convenio colectivo del sector, que llevan celebrándose desde hace ocho meses.

Romero matizó que estas movilizaciones han sido aprobadas por más de 60 trabajadores que ayer participaron en una asamblea, de una plantilla total de 90 empleados, y que esta tarde se mantendrá una reunión con la empresa, Tubasa, para llegar a un acuerdo acerca de los servicios mínimos.

Las reivindicaciones del colectivo pasan por la equiparación del servicio al que se contempla en otras regiones, según parámetros de la ley vigente, una subida salarial de un punto por encima del IPC, rechazando en este aspecto la subida de un 0'2 por ciento propuesta por la empresa.

Se pide que se regularice un exceso de jornada laboral, la cotización en la Seguridad Social de las horas extraordinarias, que en lo que va de año han llegado a las 3.833 horas y mayores medidas en materia de salud y riesgos laborales.

El responsable de UGT añadió que desde el año 1987 las líneas de transporte urbano han aumentado sus recorridos, dado el crecimiento de la ciudad, pero que no se han modificado los horarios ni los servicios.

Por último los trabajadores critican que la concesión administrativa del Ayuntamiento pacense estipula que debe ser éste el que se responsabilice del cumplimiento de la legalidad en los servicios, horarios, descansos y contratos, y que no se ha trabajado en la linea de solucionar "la obligación de ir a velocidad excesiva para cumplir los horarios".

A este respecto, sobre la responsabilidad consistorial, Nicolás Romero, dijo que se deben poner soluciones para atajar un déficit que desde el año 1996 asciende a 23.456.979 euros, llevando a cabo actividades que ayuden a que se obtengan resultados positivos y ese dinero se invierta en la mejora del servicio y la ampliación de las líneas.

Por último, Romero declaró que en ningún momento se pretende "perjudicar al usuario", y que se busca alcanzar acuerdos que beneficien a trabajadores y resto de ciudadanos y que contribuyan a aumentar los índices de ocupación de los autobuses urbanos.