MÉRIDA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Extremadura, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Ayuntamiento de Mérida estudian la "viabilidad" de que el convento de Las Freylas de la ciudad albergue la sede del Instituto de Arqueología emeritense.
Así lo ha indicado el secretario general de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Junta, Jesús Alonso, quien ha especificado que están viendo "la idoneidad" del edificio para "albergar al CSIC y, en especial, a lo que es uno de sus institutos más emblemáticos como es el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM)".
Alonso se ha pronunciado así en declaraciones a los medios este miércoles durante una visita al Convento de las Freylas, en la que ha estado acompañado de la subdirectora general de Obras e Infraestructuras del CSIC, Carmen González, la delegada del CSIC para Andalucía y Extremadura, Margarita Paneque, el investigador del CSIC en el IAM, Pedro Mateo, y el delegado de Urbanismo del consistorio emeritense, Rafael España.
De este modo, el responsable autonómico de Ciencia, Tecnología e Innovación ha detallado que "actualmente" el IAM cuenta con "un conjunto pequeño de investigadores" pero "van a necesitar más espacio" porque "tienen día a día mayor crecimiento".
"Queremos de alguna manera ver la viabilidad de que este convento pueda ser una ubicación a posteriori (del IAM) y hay una buena voluntad tanto por parte de la Junta de Extremadura como por parte del Ministerio (de Ciencia, Innovación y Universidades), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Ayuntamiento de Mérida que es a quien pertenece este lugar", ha aseverado.
A este respecto, ha resaltado que las obras de adecuación de este convento "correrían a cargo de la Administración General de Estado" pero ha matizado que también la Junta quiere "estar ahí en ellas".
Preguntado por el estado en que se encuentra el edificio, Alonso ha explicado que "es justamente" lo que han ido a "valorar" este miércoles, es decir, ver "cómo está" el convento, "qué rehabilitación sería necesaria" y "por tanto, la idoneidad para desarrollarlo". Además, sobre los plazos, ha señalado que el CSIC "es muy eficiente en ejecución de obra" pero ha dicho que está "seguro de que desde que empezara todo el procedimiento, tardaría tranquilamente un par de años".
Asimismo, interpelado por si han contemplado otras opciones para ubicar el IAM si esta no fuese viable, Alonso ha admitido que deberían "buscar más opciones" pero hoy han acudido a ver el Convento de las Freylas porque consideran que "puede ser una buena y bonita opción".
"SEDE IDEAL" PARA EL IAM
Por su parte, el investigador del Instituto de Arqueología de Mérida, Pedro Mateo, ha resaltado que este convento "posee las características que harían una sede ideal" para dicho instituto, por lo que ellos están "trabajando con muchísima ilusión" porque, además, "sería un edificio representativo de una institución" del CSIC que, según ha recordado, "posee un solo centro de investigación en Extremadura" que es el IAM.
"Estamos muy ilusionados en sacar adelante este proyecto", ha aseverado Mateo, quien ha manifestado que actualmente el IAM tiene su sede en un edifico de alquiler que "no reúne las características que se necesitan para un centro de investigación", puesto que necesitan laboratorios, salón de actos, salas de reuniones, etcétera, que "ahora mismo no" tienen.
Por ello, ha sostenido que "es necesario abordar una sede definitiva para el instituto" y si se suma que podría ser "un edificio representativo" como el citado convento, "pues le añadiría una cuestión de imagen" a la institución arqueológica de Mérida, ha señalado.
"El Museo Nacional de Arte Romano tiene una sede digna, el Consorcio de la Ciudad Monumental recientemente también se le ha dado una sede digna y esperamos que todo vaya por buen puerto y consigamos esa sede para el Instituto de Arqueología", ha valorado.
Sobre el Convento de Las Freylas, Mateo ha afirmado que tiene 1.500 metros cuadrados de extensión y es "un edifico muy singular" porque "es uno de los pocos edificios renacentistas que todavía se conservan en la ciudad". Fue construido "a partir de 1530 aproximadamente" cuando las monjas Freylas decidieron instalarse en la capital extremeña, ha especificado.
Se trata de un espacio que "se ha construido en tres partes, desde 1530 una primera parte, en 1603 se hizo una reforma sustancial y en el siglo XVIII se finalizaron las obras", ha detallado Pedro Mateo, quien ha añadido que estuvo en uso "hasta prácticamente 1770" cuando desapareció su función "por problemas económicos y también por falta de vocaciones".
Posteriormente, este convento fue comprado "hacia el siglo XIX" por la familia de los Gragera de Mérida y en el siglo XX lo compró la también emeritense familia de Serafín Molina y "ha sido un taller de maderas hasta ahora", ha informado.
