MÉRIDA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
UGT Extremadura mostró hoy su preocupación por el nuevo dato negativo de la inflación del mes de junio que, a su juicio, consolida un "problema persistente y de largo recorrido que "lastra" la economía y "deteriora" la capacidad de compra de los ciudadanos.
"La inflación sigue escalando puntos de forma reiterada en nuestro país y en nuestra región. En junio la subida de seis décimas en Extremadura contrasta notablemente con la décima que subieron los precios en este mismo mes del año anterior y dibuja un panorama muy preocupante al situarse en niveles interanuales del 5,2%, cifras que no se conocían en Extremadura desde hace catorce años", lamentó el sindicato en nota de prensa.
Esta nueva subida, además de los factores coyunturales sobre los precios de algunos alimentos derivados de la huelga del transporte, tiene su origen en el "choque externo" provocado por el "incesante incremento" de los precios del petróleo, además del "continuo encarecimiento" de determinadas materias primas como consecuencia de desajustes entre su oferta y demanda a nivel mundial.
En el caso extremeño, destacan el alza en los precios de los carburantes, la hostelería y restauración y los alimentos frescos, apuntó UGT.
"La inflación se mantiene como un problema estructural de nuestra economía, problema agravado por el efecto externo del choque energético que se estima duradero y que provoca un diferencial negativo con los países de nuestro entorno dadas las debilidades de nuestro modelo productivo y la poca transparencia en los sistemas de fijación de precios", alertó.
En este contexto, para UGT, las actuaciones del Banco Central Europeo incrementando los tipos de interés ante la actual situación de la inflación, no van a lograr sino "agravar aún" más la desaceleración del consumo y la inversión, comprometiendo el crecimiento económico.
Ante el "continuo deterioro" del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores, que son los que "más sufren" las tensiones de los precios, UGT reiteró la necesidad de incluir en todos los convenios colectivos cláusulas de revisión salarial de eficacia plena para garantizar su poder adquisitivo y mantener así su capacidad de consumo como elemento reactivador de la economía.
