La joven extremeña que perdió una pierna en el metro de Madrid sostiene que su accidente se pudo haber evitado

Actualizado: martes, 25 julio 2006 13:47

A partir de ahora celebrará el día de su cumpleaños y en el que despertó de la UCI en el hospital

MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

Han pasado 9 meses desde que Miriam Alonso cayera a las vías de la estación del metro de Carabanchel después de que un desconocido la empujara. Ahora, con una pierna amputada y ayudada por las muletas, no piensa en otra cosa sino en ponerse a trabajar de nuevo. Sin embargo, no puede evitar pensar que si se hubiera querido, el accidente se podría haber evitado.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Miriam sostuvo que se tendría que poner más agente que velen por la seguridad en el Metro para que no se vuelva a repetir un suceso como el suyo. Además, la joven nacida en Logrosán (Cáceres) y afincada en Fuenlabrada (Madrid) se muestra convencida de que el tren que la arrolló "pudo frenar".

Cuando le vienen estos pensamientos, se baja a hablar con las vecinas o se va al campo. "Cojo a mi madre, la silla de ruedas y me voy al campo, apago el móvil, intento desconectar y no pensar en nada. Es la mejor terapia", asegura mientras insiste que sin su familia y sus amigos no hubiera podido salir adelante.

El anhelo de volver a trabajar también ayuda a Miriam. Según aseguró, le gustaría trabajar con niños en un colegio o en una guardería porque le encantan, aunque reconoció que en estos momentos no tiene tiempo porque se pasa todo el día en distintos médicos. "Voy al traumatólogo, a la unidad de dolor, a los cirujanos plásticos y a los médicos de la prótesis" recordando con una sonrisa la prótesis que le van a poner y que le ayudará a moverse mejor en el futuro. "Con ella voy poder ser más independiente", explica.

Con la mirada perdida en el vacío, recuerda los días en los que salía de casa a las 8 de la mañana y no llegaba hasta las 9 de la noche. "Cuando un amigo se queja porque se tiene que levantar a las 6 de la mañana, yo pienso, ¡qué envidia, por Dios!, ¡os quejáis por tonterías!".

"Cuando te pasa algo de esto sabes valorar la vida y lo bonito que es poder ir a trabajar, estar en tu casa, fregar, limpiar, o salir a tomar algo cuando te apetece", comentó haciendo alusión a las escasas posibilidades que tiene ahora de hacer este tipo de actividades por la cantidad de problemas que le plantean. "La mayoría de los bares no tienen baños para minusválidos y me tengo que aguantar hasta llegar a casa", bromeó.

Miriam no puede evitar entristecerse al recordar este tipo de problemas. "Me da rabia tener que llamar a la grúa para que se lleven un coche aparcado en la plaza de minusválidos, no poder subir a una acera porque no está adaptada" e incluso, "tener que quedarse en la puerta de una tienda y no poder entrar porque hay escaleras".

CELEBRARÁ DOS CUMPLEAÑOS

La joven aseguró que, tras sufrir el accidente, celebrará dos cumpleaños. Uno el 23 de agosto, que es el día de su nacimiento natural y el 4 de octubre, cuando despertó de la UCI. "El primero lo voy a celebrar con alegría y el segundo, con más alegría aún porque puedo decir que he tenido la fuerza para seguir adelante, ya que no todo el mundo aguanta que le metan 35 bolsas de sangre y no rechazar ninguna", indica feliz.

Este optimismo le ha ayudado a hacerse con las muletas en pocas semanas, muletas que lleva decorada con su nombre, con mariposas y corazones. "Las decoro con pintauñas, porque me parecían muy sosas y quería ponerlas más alegres".

Sin embargo, aún con esta fortaleza, Miriam no ha vuelto a subir al metro y duda que vuelva a hacerlo. "Ahora no puedo, de momento no he tenido fuerza para hacer eso. Estoy más pendiente de mí, de sacar fuerzas para salir adelante", indicó.

Cuando recuerda a su familia, acto seguido Miriam nota cómo se le humedecen los ojos, especialmente cuando piensa en su madre, que ha dejado todo para venir a Madrid a cuidarla y en su padre que se ha tenido que quedar solo trabajando en Extremadura. "Mi novio y mi hermano también me han ayudado mucho. Lo he dicho siempre y lo repetiré mil veces. Siempre han estado ahí cuando lo he necesitado y me lo han demostrado", insistió.

OLVIDO DE LA COMUNIDAD DE MADRID

La joven, natural de Extremadura pero residente en Fuenlabrada, denuncia la falta de contacto por parte de la Comunidad de Madrid, que en su día le prometieron casa y trabajo y aun no sabe nada. El IVIMA se puso en contacto con ella en mayo, cuando se enteraron de la propuesta pero todavía no tiene constancia de ninguna propuesta. También se lamentó porque la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no la haya recibido ni a ella ni a su abogada porque tiene la "agenda muy ocupada".

Por ello, Miriam solicitó que se pongan en contacto con ella, pues estará "encantada" de contestar a la Comunidad y explicarles que si se queja es porque en estos momentos sólo entra en casa el sueldo de su padre y "en los tiempos en los que vivimos, no es suficiente".

La otra cara de la moneda la presenta la mutua La Fraternidad. Como Miriam sufrió el accidente minutos después de la salida del trabajo, se consideró accidente laboral y le han costeado muchos de los gastos. "Me están dando todo, todos los accesos que he necesitado para mi comodidad como la cama, la silla de ruedas o las muletas. Sin ellos ahora mismo estaría en un cama pagando al hospital todos los gastos que he tenido" denunció. Asimismo, añadió que la Seguridad Social sólo le costea "el 65% de la prótesis".