Piden 22 años de cárcel para un italiano que vive en Cáceres por intentar matar a su mujer y tres familiares en A Coruña

Actualizado: miércoles, 6 octubre 2010 17:20

A CORUÑA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

El fiscal solicita una condena de 22 años de prisión por un delito de coacciones, cuatro delitos de homicidio en grado de tentativa y un delito de incendio para un hombre, de nacionalidad italiana y residente en Cáceres, acusado de intentar matar a su mujer y a tres familiares en A Coruña en octubre de 2009.

Los hechos, juzgados en la Audiencia Provincial de A Coruña, se remontan al 12 de octubre de 2009 cuando, según el ministerio público, el hombre roció con gasolina la puerta de la casa de su cuñado y le prendió fuego para, posteriormente, darse a la fuga. La Policía lo detuvo el mismo día en un bar situado en las inmediaciones del inmueble.

Los agentes le intervinieron, entre otros efectos, un puñal de 12 centímetros de hoja, un cuchillo de cocina de 19 centímetros y una botella de detergente con gasolina.

Junto a la condena de 22 años de prisión, el fiscal solicita que se le imponga la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de su esposa y de comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años, así como el pago de una indemnización de 18.000 euros a las cuatro víctimas.

MALTRATO PSICOLÓGICO

En el juicio, el procesado, que residía en la localidad cacereña de Hervás con su mujer, con la que estuvo casado durante 20 años hasta que ella le denunció en agosto de 2009 por presunto maltrato psicológico, ha negado haber incendiado la casa de su cuñado, al que culpó de la separación de su esposa.

Así, ha argumentado que el hermano de ella había provocado la separación del matrimonio y sostuvo que la denuncia por presuntos malos tratos había quedado archivada. Únicamente, ha reconocido haber enviado cartas a su mujer y haberse desplazado hasta A Coruña y permanecer delante de la vivienda de su cuñado durante todo el día.

Además, ha explicado que en el bar donde fue detenido "desayunaba, comía y cenaba" , pero ha insistido en que su objetivo era "sólo" darle las cartas que había escrito a su mujer. Mientras, ella, en su declaración, ha indicado que su marido nunca le pegó, pero que si la insultaba y le engañaba con otras mujeres e iba "todas las noches" al bingo.

También ha precisado que se trasladó a A Coruña, después de haber estado en Ávila, donde su pareja también la había seguido, por "propia voluntad" y que no recogía las cartas ni atendía las llamadas que le hacía su marido por recomendación de la psicóloga que la trataba.