Residentes y empresarios se quejan de que el cierre de la factoría "afectará bastante" a la economía de la zona
MALPARTIDA DE PLASENCIA (CÁCERES), 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La plantilla que trabaja en la planta de transformación de tabaco negro de Altadis, ubicada en la pedanía cacereña de Palazuelo, se siente en una situación "traumática", "delicada" y de "incertidumbre" tras el anuncio del cierre de esta fábrica y ante la espera de que la "próxima semana" se inicien las conversaciones para negociar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Así lo han manifestado este jueves a Europa Press Televisión sindicalistas y trabajadores de la factoría que se emplaza a pocos kilómetros de Malpartida de Plasencia (Cáceres) y donde, visiblemente preocupados, algunos de los afectados han explicado que al menos albergan esperanzas de que el "desenlace" del ERE "sea satisfactorio para todo el mundo".
Para Segundo Cembellín, delegado de personal por UGT en Palazuelo, la noticia del cierre que ayer fue comunicada por los directivos de la empresa ha sentado "muy mal" a la plantilla puesto que "no" la esperaban "tan pronto", según ha precisado, antes de reconocer que en cambio sí que notaban "que algo estaba pasando" al bajar la producción de la planta.
PERIODO DE CONSULTAS
Tras 28 años de actividad en esta factoría, este trabajador lamenta que ahora "no" sepa que va a pasar con su "futuro" ya que de momento "hay que hacer un periodo de consultas en Madrid" y "negociar" cómo se va a desarrollar el ERE.
En la misma línea, se ha manifestado su compañero de sindicato Antonio Mateos al subrayar que la situación "es muy delicada" y donde "todo el mundo tiene incertidumbre" por lo que pueda ocurrir, ya que entre las posibilidades que se barajan además de las prejubilaciones, también existe la posibilidad de "trasladar" a otras factorías de Altadis en el país a quienes no puedan acogerse a la prejubilación por no tener 52 años.
Asimismo, Mateos ha reconocido que "es traumático" el hecho de que "te digan de la noche a la mañana" que cesará la actividad de la empresa en diciembre aunque, según apostilló, quedará un número "reducido" de operarios hasta marzo para dar salida a la mercancía.
Por su parte, Vicente Tejera, trabajador y representante sindical de CCOO en esta fábrica, ha lamentado también que les hayan informado del cierre "de golpe y porrazo", ante lo que ha advertido que se mantendrán unidos para "luchar por todos los compañeros".
Del mismo modo, ha criticado que "se estén cargando empleos directos e indirectos" en este sector en Extremadura pese a ser "la mayor productora de tabaco" del país, lo que ha achacado al efecto de las "políticas restrictivas" planteadas por el Gobierno central en relación al tabaco.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
En cuanto a la localidad de Malpartida de Plasencia, de donde proceden muchos de los trabajadores empleados en Altadis, algunos residentes y también empresarios, han manifestado su preocupación al respecto, puesto que aseguran que "afectará bastante" a la economía de la zona el contar con más desempleados y en consecuencia con menos gente que "deja de mover dinero" en los locales del municipio.
Al respecto, el hostelero Juan Vicente García, ha censurado la actuación de Altadis y otras grandes empresas por despedir a personal pese a obtener ganancias. "No me parece bien que fábricas como Altadis, Tabacalera o Hidroeléctrica, que tienen un superávit extraordinario echen a la gente a la calle", criticó.
Ante ello, ha exigido más atención a "los gobiernos" central y autonómico, puesto que en su opinión "deberían de tomar precauciones y tener cuidado con estas cosas".
También Pedro Rodríguez, vecino de esta población y que está prejubilado desde el Expediente de Regulación de Empleo que Altadis llevó a cabo en 2009, reduciendo entonces la plantilla a la mitad, ha calificado de "fatal" esta noticia para la zona y sobre todo para la suerte de sus ex compañeros más jóvenes, ya que "se tendrán que ir trasladados" a otras comunidades autónomas.
Además, ha considerado que esta situación acarreará "repercusiones" a la economía de la comarca puesto que "era una de las fábricas principales" de la zona que llegó a contar con 143 trabajadores y " ahora todos a la calle", lamentó.
