Vara defiende que para lograr la igualdad entre hombres y mujeres hacen falta "fundamentalmente" leyes y "actitudes"

EUROPA PRESS

MÉRIDA 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha defendido que para lograr la igualdad entre hombres y mujeres hacen falta "muchas cosas", pero "fundamentalmente" leyes y "actitudes", porque aunque cambie una norma "no automáticamente están resueltos todos los problemas".

"Soy hijo de una mujer que fue sólo lo que le dejaron ser, y padre de otra que será en la vida lo que quiera ser", ha manifestado Vara, quien ha considerado que la igualdad es una de las cosas por las que "merece la pena meterse en líos".

El jefe del Ejecutivo autonómico ha realizado estas declaraciones este sábado en el Teatro Romano de la capital extremeña, en el marco del XV Encuentro de Mujeres de la Comarca de Mérida, donde ha animado a las participantes a "seguir estando vivas" y decir "siempre" lo que piensan.

Asimismo, ha hecho referencia al fallecimiento hace dos días de una joven de 19 años embarazada de cinco meses "a manos de su novio", y a un artículo de un periódico "justificando" este hecho y "diciendo que ese chico entra dentro de la normalidad". "Aquí hay muchas cosas que cambiar", ha aseverado.

Fernández Vara ha señalado que le preocupa el futuro de los jóvenes y las próximas generaciones y que estos puedan vivir en una sociedad "todavía mejor" que la actual, algo que "no se logra con decisiones tibias", sino con "firmeza" y "compromisos", que surgen también en el ámbito asociativo, apunta.

Al respecto, ha invitado a las asociaciones de mujeres presentes en el Teatro Romano de Mérida este sábado a participar de esa actitud, a pasar un "buen día" y a divertirse porque se lo han "ganado" y tienen "el derecho a hacerlo".

Vara ha asegurado que "saldremos de esta situación" si se es capaz de trabajar "juntos", porque queda "mucho camino por avanzar" y "muchas metas", como la igualdad "plena" entre hombres y mujeres. "Porque nuestras hijas se lo merecen y la memoria de nuestras madres y su recuerdo también", ha concluido.

MÉRIDA, "NOMBRE DE MUJER"

Al acto también ha asistido el alcalde de la capital extremeña, Ángel Calle, quien ha agradecido a la Asociación de Mujeres Agua Viva por haber elegido para el encuentro a Mérida, lugar que tiene "nombre de mujer" y por el que "es muy fácil sentir pasión" porque se trata de una ciudad "para pasearla, vivirla y amarla".

"Mérida es una ciudad que es compañera de aventuras y romances, y puede ser muy plácida, muy silenciosa para la intimidad, pero también muy cálida y muy apasionada para momentos... ya me entendéis", ha indicado.

Calle ha señalado que las mujeres presentes tienen historias de "decencia, honradez y honestidad", así como de haber luchado por sus familias y de haber estado "siempre en un plan de subordinación", pero de haber sido personas que "sostienen" la familia y la casa y que aportan "afecto y cariño", algo que "de verdad hace falta".

El alcalde ha recordado a su madre, quien murió cuando él tenía 13 años, y a su hermana de unos 13 años mayor, que le cuidó tras el fallecimiento de la madre. "Ahora está en una residencia de Mérida, con alzheimer, en una silla de ruedas, y yo creo que me conoce porque cuando voy a verla me aprieta mucho la mano", ha indicado.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Agua Viva, Ana María Remedios, ha agradecido a las mujeres participantes en el encuentro por su "esfuerzo" en asistir a este día de "convivencia y fraternidad", donde compartir experiencias y establecer redes de apoyo entre las distintas asociaciones.

También han asistido la consejera extremeña de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio, y el director científico del Consorcio de Mérida, Miguel Alba, quien en su intervención ha recordado el mito de la diosa Ceres y su hija Proserpina, presentes en el Teatro Romano, que sirvió para la celebración de asambleas además de los espectáculos.

Miguel Alba ha recordado que en la antigua Emérita Augusta la mujer "no contaba, no tenía derecho a voto y tenía dueño", que podía ser el padre o el marido, así como que estaba "excluida" de la vida pública, tanto del teatro como de la política, donde "no podía ser electora o candidata".