Actualizado 21/11/2008 18:49

Quintana defiende un modelo de financiación igual para todos en los resultados pero no en los instrumentos a aplicar

Galicia Actual

Apuesta por un Estatuto "de nación" que refuerce la identidad gallega y blinde sus competencias


BARCELONA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Anxo Quintana, defendió hoy un modelo de financiación autonómica que sea "igual para todos en sus resultados, pero no en sus instrumentos a aplicar", ya que la realidad de las comunidades es "totalmente diferente".

En el turno de preguntas tras pronunciar en Barcelona la conferencia 'La nueva frontera del autogobierno de Galicia', subrayó que Galicia y Catalunya tienen realidades económicas y fiscales distintas, por lo que advirtió: "Si intentamos aplicar los mismos instrumentos a Galicia y a Catalunya, el resultado va a acabar siendo malo para unos, para otros o para los dos".

Como ejemplo, citó la previsión de que Catalunya reciba el 50 por ciento de la recaudación del IRPF y dijo que "ese instrumento para Galicia no vale; precisa de otros", tras lo que insistió en que el objetivo debe ser que todas las comunidades sean iguales en el resultado final del modelo.

El vicepresidente del Ejecutivo autonómico se mostró convencido de los recursos y las capacidades de la Comunidad gallega, por lo que rechazó "de plano" la idea de que Galicia es un país "pobre" que "necesariamente tenga que vivir de la solidaridad del Estado".

Admitió que existen problemas estructurales, "como cualquier país", pero aseguró que hay los recursos suficientes para garantizar su futuro. De este modo, concluyó que vender la idea anterior es "tremendamente perjudicial, además de no ser cierto".

DESCENTRALIZAR EL INGRESO

Anxo Quintana remarcó que, precisamente, lo que persigue elGobierno autonómico es un modelo que dote a Galicia de los instrumentos necesarios para responsabilizarse de su propio futuro, para lo que pidió que se descentralicen también los ingresos. "No es cierto que vivamos en el Estado más descentralizado del mundo", dijo, y añadió que "sí se descentraliza en el gasto, pero no en el ingreso".

A este respecto, incidió en que la recaudación del Estado en Galicia en 2006 ascendió a unos 11.000 millones de euros y, en cambio, sólo se trasladaron a los gallegos 7.000 millones. "Aquí lo que se está produciendo es un cobro centralizado: que se nos cobra a los gallegos, se lleva a Madrid y, cuando se devuelve, se nos dice que es solidaridad. Ya basta de este juego".

Por ello, defendió que la asunción de competencias lleve aparejada la de responsabilidades, para lo cual es necesario que el Estado deje de reservarse más del 50 por ciento del gasto. En ese caso, "es imposible cuadrar los números", dijo, y avisó de que "si no se cambia en algo ese espíritu centralista, es muy difícil llegar a un acuerdo en el modelo general".

Este nuevo modelo de financiación deberá estar recogido, a su juicio, en el nuevo Estatuto gallego, que definió como un texto "de nación". En él, además de la financiación, Galicia debe reforzar su identidad, tener el lugar institucional que le corresponde dentro de España y blindar sus competencias para incrementar el bienestar de los ciudadanos.

En esta reclamación estatutaria, en su opinión, se puede leer la condición nacionalista del BNG, pero también se trata de un reivindicación "tremendamente pragmática", ya que opinó que Galicia debe estar en la "división de las naciones", que es lo que ha permitido desarrollar su autogobierno para generar más bienestar.

ESTADO ASIMÉTRICO

El mandatario gallego consideró que, pese a todos los retrasos que haya, pese a todas las sentencias que se deban interpretar, el Estado se encamina hacia una "configuración asimétrica, porque asimétrica es su realidad".

Ante esta situación, afirmó que Galicia "no puede cometer el error de que en esa clasificación asimétrica se quede en la que no le corresponde".

En este punto, apuntó que la comunidad tiene la consideración de nacionalidad histórica en la Constitución "gracias al esfuerzo de sus antepasados", por lo que ahora se deben poner los medios para conservar esta posición; todo ello, encaminado a mejorar la calidad de vida de los gallegos.

"Yo como nacionalista estoy convencido de que el autogobierno debe servir, desde luego sin ninguna duda, para refrendar y fortalecer nuestra identidad", pero también para crear bienestar, porque si no, "no merece la pena". "Este es el fin último del autogobierno".

Quintana defendió que Galicia no puede cometer el error de prescindir de su identidad propia, porque, en ese caso, estaría "condenada a condenar a los ciudadanos a ser consumidores de las culturas y la producción de otras latitudes".

De hecho, opinó que la actual crisis ha puesto de manifiesto que las economías menos vulnerables son las de aquellas naciones "que hicieron valer su autogobierno para impulsar políticas económicas propias, asociadas a un proyecto de país".

OBRA DE GOBIERNO

En su conferencia, Quintana repasó la obra de su gobierno, citando el esfuerzo por reactivar las zonas rurales con el Banco de Terras, la política energética basada en las energías renovables y en la reinversión de los beneficios en nuevos recursos industriales, y la priorización de la I+D+i, el uso de las Tecnologías de la Información y la apuesta por la economía del conocimiento.

También nombró la futura Ley de Servicios Sociales de Galicia, que se aprobará la semana que viene como cuarta pata del Estado del Bienestar, y subrayó que en 2005, las prestaciones sociales llegaban a 30.000 gallegos, frente a los 50.000 actuales.

Quintana pronunció esta conferencia en la Llotja de Mar, en un acto organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona, al que asistieron el portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol; el secretario general adjunto de CiU, Xavier Trias; el secretario general de UDC, Josep Maria Pelegrí; el presidente de ERC, Joan Puigcercós; la portavoz republicana en el Parlament, Anna Simó, y el ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall.presidente de la Generalitat Pasqual Maragall.