SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a nueve meses de cárcel y al abono de una multa de 1.620 euros a M.A.M.N., de 57 años y vecino de Vigo, el hombre que en octubre de 2017 prendió fuego en una finca propiedad de su mujer situada en Os Blancos (Ourense).
Este vecino de Vigo fue el primero de los detenidos tras la ola de fuegos que asoló Galicia en octubre de 2017, que provocó cuatro muertes y arrasó unas 50.000 hectáreas en la comunidad.
El tribunal relata en la sentencia que lo hizo "por causas no esclarecidas y con omisión de las más elementales normas de cuidado, dadas las condiciones climatológicas existentes y la falta de una limpieza adecuada de la finca para evitar la propagación".
En concreto, el incendio afectó a una superficie de 1,20 hectáreas, de las cuales una era de arbolado y 0,20 de monte raso. El sospechoso abonó los gastos de extinción del fuego, por lo que los jueces tuvieron en cuenta la atenuante de reparación del daño.
También consideraron, por contra, que en el momento en que ocurrieron los hechos denunciados "no existía ninguna circunstancia ni ningún trastorno psiquiátrico, capaz de afectar a sus capacidades volitivas o intelectivas, las cuales se encontraban preservadas".
"OMITIÓ LAS NORMAS ELEMENTALES DE CUIDADO"
El tribunal, que lo condena por un delito de incendio forestal por imprudencia grave, indica en la sentencia que las viviendas estaban situadas "a unos 350 metros" y que no se ha probado que hubiese existido "un grave peligro para la vida de las personas".
La Audiencia explica que no se ha podido esclarecer si prendió fuego porque estaba asando un chorizo, tal y como sostuvo el condenado, pues "no se hallaron evidencias físicas en el lugar" o porque se disponía a quemar maleza, tal y como apunta la segunda inspección ocular.
Lo que sí destacan los magistrados es que omitió "las normas más elementales de cuidado" y que ese día el riesgo de incendio era "extremo".
"TENÍA HAMBRE"
Durante el juicio, M.A.M.N. sostuvo que ese día "tenía hambre" y plantó fuego "para asar un chorizo". Agentes negaron el riesgo para casas y personas y una vecina definió al acusado como "el más perjudicado" al arder una "única" finca: la suya, con castaños y pinos.
Tras el fin de semana que mantuvo en alerta a toda la comunidad por la ola de incendios, fue detenido en Vigo e ingresó en prisión provisional comunicada y sin fianza. Fue excarcelado en noviembre de 2017.
Los gastos de extinción y los daños ocasionados por el mismo ascendieron a 947,46 euros y el fuego acabó afectando a cuatro fincas, la de su mujer y otras tres, que renunciaron al ejercicio de las acciones civiles y penales que les corresponden.