Gestionó una reunión con el director xeral de Conservación da Natureza para "paliar" los efectos en la comarca de A Limia
OURENSE, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación Provincial de Ourense, el 'popular' José Luis Baltar, reconoció hoy que el PP "patinó" con la declaración de la Zepa en A Limia por estar "mal asesorados" por lo que en la actualidad se sienten en la "obligación y deuda" de "apoyar" a los agricultores de esta comarca ourensana para intentar "informarles" y "paliar los efectos de esta declaración".
Baltar Pumar mantuvo hoy una reunión en la Diputación con representantes de agricultores y de la comunidad de regantes de A Limia para analizar las formas de "paliar" los efectos de la declaración de la Zepa en esta comarca ourensana.
El titular de la institución provincial manifestó que él mismo gestionó una reunión de estos representantes con el director xeral de Conservación da Natureza, Ricardo García Borregón, que "los recibirá la semana que viene" para "hacerle llegar las propuestas que crean convenientes". En función de lo que "resulte" de dicha reunión "tomaremos la estrategia de poder hacer alguna otra cosa".
Baltar Pumar afirmó que los representantes de la comunidad de regantes y los agricultores "desconfían" de que "a lo mejor en Bruselas no se le hizo saber a la comisión los problemas que ocasiona esta declaración en A Limia" por lo que "quieren que de viva voz se les escuchase".
IR A BRUSELAS
De hecho, el presidente de la institución provincial ourensana afirmó que, tras la reunión con el director xeral, valorarán "la posibilidad de ir a Bruselas o algún otro tipo de gestión".
Además, reconoció que es "prácticamente imposible" cambiar o variar la declaración de Zepa en la zona y reconoció que cuando el PP se encontraba en la oposición en la Xunta "mal asesorados" les habían dicho "que no había Zepa en A Limia" y, sin embargo, "cuando el PP se hace cargo del gobierno no tiene más remedio que aguantar la Zepa".
Por ello, Baltar manifestó que el PP tienen con ellos "un deuda de información", aunque matizó que "aquellos que sostenían que se podía cambiar ahora parece que no dan señales de vida". "Nos sentimos obligados a estar al lado de ellos para paliar los efectos que la Zepa pueda tener allí. Ya patinamos una vez y no queremos volver a patinar", sentenció.
