Rural.- Galicia sufrirá un giro "brusco" a un clima mediterráneo que obligará a mudar su producción agrícola

Actualizado: viernes, 29 febrero 2008 15:40

Expertos abogan por "adelantarse" y "adaptarse" al cambio climático con cambios "positivos" como vinos tintos de calidad y de crianza

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

"Galicia está en una situación vulnerable con respecto al cambio climático". Así lo advierten los expertos que estos días participan en Santiago de Compostela en el primer congreso sobre 'Medio Rural, Agricultura y Cambio Climático'. Precisamente, el sector agroganadero gallego será uno de los que tendrá que hacer frente a este giro "brusco" de un clima atlántico a uno mediterráneo que obligará a mudar su producción agrícola a "variedades que necesiten menos agua".

Así lo reveló Xacobe Feixóo, secretario de Desenvolvemento Rural, Medio Ambiente y Forestal de Unións Agrarias, sindicato que organiza este congreso. Un foro en el que, ante las "evidencias claras" y "amenaza seria" del cambio climático, ha dado origen a la creación de un Observatorio que permitirá el intercambio período de información entre agricultores y ganaderos gallegos e investigadores.

El objetivo, según esgrimió la técnica medioambiental Malú Eyo, es contar con un "manual" que permita al sector agroganadero gallego "adelantarse" a esta nuevo escenario y elaborar medidas para "adaptarse", ya que tal como remarcó Xacobe Feixóo, las previsiones apuntan a que Galicia cambiará de una situación de clima atlántico a mediterráneo --aumento de temperaturas y descenso de precipitaciones-- lo que supondrá un giro "bastante brusco".

De este modo, admitió que la producción agrícola en Galicia deberá cambiar y dirigirse hacia aquellas variedades que necesitan menos agua. En concreto, apostó por un tipo de cultivo de hierba que sea más productivas en condiciones de sequedad y resistan la llegada de nuevos patógenos, inexistentes hasta ahora.

Precisamente, el "riesgo sanitario" por la aparición de un aumento de enfermedades en plantas y animales será otro de los efectos del cambio climático al que deberá enfrentarse el sector agroganadero. El origen es la proliferación de insectos que eran típicos de áfrica y localizaciones más al sur "y que ahora empiezan a llegar a España y a Galicia".

Consecuentemente, transmiten una serie de enfermedades que antes eran propias de países más cálidos. En concreto, apuntó a la 'lengua azul', de la que se han dado varios casos en reses vacunas de la comunidad gallega.

Asimismo, la caída de las precipitaciones supondrá en la agricultura un descenso de la producción de forrajes y también de agua para regar, lo que incrementará costes para contar con más superficie para producir y también para el riego.

Además, Feixóo advirtió de que en el sector forestal no sólo afectará en la caída de producción, por la falta de agua, sino en una una "mayor frecuencia" con "más daños" de los incendios forestales, que tendrán unas condiciones "más idóneas" para aparecer y propagarse por el aumento de la temperatura que también va asociada con el cambio climático.

Por todo ello, auguró un aumento de las primas de seguros agrarios, al ser más frecuentes en número e intensidad los siniestros, debido a que van aumentar los fenómenos climáticos extremos: sequías y lluvias torrenciales.

NO MENSAJE DE PESIMISMO.

Ante este panorama, los expertos abogan por "adelantarse" a todos estos cambios que deben "preocupar" al sector agroganadero, forestal y vitícola gallego, al que emplazan a tomar medidas de "adaptación" que mitiguen los efectos del cambio climático en su actividad.

"Deben ser previsores y estar avisados para tomar las decisiones correctas e interpretar correctamente lo que se está produciendo", aconsejó Xacobe Feixóo, quien aclaró que no se trata "indudablemente" de trasladarles un mensaje de pesimismo.

MEDIDAS ADAPTACIÓN.

Las medidas que estos expertos recomendaron al sector son que comiencen a poner en práctica en la agricultura eficiente que supone una reducción de emisión de gases de efecto invernadero. Para ello, admitieron que serán necesarios avances en biotecnología para encontrar variedades vegetales y especies que sean más resistentes a estas nuevas condiciones de mayor temperatura y menos precipitaciones en Galicia. Así, apuntaron que habrá que cambiar algunas técnicas de cultivo, ya que habrá más riesgo de erosión.

Asimismo, estas nuevas condiciones climáticas exigirán estrategias de ahorro de agua y minimizar el laboreo del suelo. De esta manera, se gasta menos combustible y se emite menos CO2, a la vez que los suelos ganan capacidad de almacenar CO2 en su interior y, de esta forma, retiran carbono de la atmósfera con lo que mitiga el efecto invernadero.

La técnica ambiental Malú Eyo explicó que se tratan de prácticas de agricultura de conservación, que no necesariamente tienen que ser todas agriculturas ecológica. Asimismo, para hacer frente a los nuevos problemas sanitarios en los cultivos no sólo bastará con buenas prácticas, sino recurrir a productos fitosanitarios y mejoras genéticas.

APROVECHAR LO POSITIVO:VINOS DE CRIANZA.

Entre los retos de adaptación a lo que supondrá el nuevo escenario climático también estará saber aprovechar aspectos "positivos", sobre todo en el sector vitivinícola, según propuso el catedrático de edafología Francisco Díaz-Fierros.

Así, destacó que la subida de las temperaturas incrementará la calidad de los vinos tintos, por lo que reveló la probabilidad de que Galicia pueda contar con caldos de crianza. Además, supondrá la ampliación de cultivos, con lo que auguró la "duplicación" de la producción de O Ribeiro.

Díaz Fierros enfatizó como en el sector vitícola se comprueba las "evidencias reales" de que Galicia ya vive el cambio climático. Así, apuntó al adelanto de entre "15 y 30 días" de la vendimia o de la aparición de última helada. En ambos casos, son cambios "positivos" para la viticultura.

No obstante, admitió que la subida de las temperaturas pueden perjudicar las variedades de uva más tradicionales, entre ellas la albariña, ya que están adaptadas a las condiciones actuales. Así, si llegan a un máximo térmico pueden entrar en una "zona de peligro" para su calidad.

Ante esta situación, abogó por responder a estos "retos" apostando en Galicia por variedades de uva propias de zonas "más calientes" y lo consideró posible por la "plasticidad" y "capacidad de adaptación" del sector vitivinícola.