Las asambleas ratifican la propuesta de los sindicatos pero subrayan que tienen "las herramientas preparadas" por si el acuerdo fuese "un engaño"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ganaderos del sector lácteo gallego, que este jueves han dado por suspendida la huelga de entrega de leche que iniciaron la medianoche del martes, piden "que no se interprete mal" la desconvocatoria, puesto que volverán a movilizarse si no hay avances en un periodo de unos 10 o 15 días.
Las asambleas de los tres sindicatos que convocaron el paro --Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego-- ratificaron la noche del miércoles y la mañana del jueves la decisión propuesta por sus líderes, que dan un margen de tiempo a la Xunta, a la industria y a la distribución para comprobar si se materializan los compromisos alcanzados en sendas reuniones celebradas esta semana en la sede de la Consellería de Medio Rural.
La mayoría de las voces presentes en las asambleas han apostado por el levantamiento del parón, que supuso pérdidas de unos 250 euros diarios por explotación. No así en las mantenidas por afiliados de Unións Agrarias en Arteixo y Teixeiro, que abogaron por continuar con esta medida de presión.
También hubo "algunas diferencias" en las asambleas del SLG, en Vilalba (que cubrió el centro y el norte de la provincia de Lugo) y A Estrada (para el norte de Pontevedra). No obstante, el hecho de que las cooperativas (Agaca) ya comenzaran a recoger leche una vez concluido el encuentro en San Caetano supuso "sentenciar" la decisión, apunta a Europa Press el sindicalista Xosé Ramón Cendán.
Mientras las asambleas de Unións en Santa Comba, Ordes, Carballo (A Coruña) y Lalín (Pontevedra) ya resolvieron en la noche del miércoles finalizar la huelga, las de Lugo lo hicieron "en su inmensa mayoría" a lo largo de este jueves, aunque en esta provincia constataron una preferencia por "el mantenimiento de las medidas de presión, pendientes de que se ejecute en plazo y forma lo alcanzado", explica a Europa Press el secretario xeral de UU.AA., Roberto García. "Hay una propuesta de radicalizar las protestas pero evitar el daño real para las explotaciones", agrega.
Así, García indica que "parece que todo el mundo está de acuerdo en que la huelga de entrega jugó el papel que tenía que jugar, de concienciar acerca del problema".
Por su parte, el responsable de XX.AA., Francisco Bello, también llama la atención sobre la importancia de mantener "las espadas en alto", para evitar "un posible engaño" como ya ocurrió en otros conflictos del sector lácteo en Galicia.
"CON LAS HERRAMIENTAS PREPARADAS"
De esta forma, como advierte el portavoz de UU.AA. de O Deza Román Santalla, los ganaderos se han ido "para casa pero con las herramientas preparadas". "Que no se interprete mal la desconvocatoria. Si hubiera cualquier tipo de engaño, o de no actuar, o actuar de una manera que no se hablase en la mesa, actuaremos, o bien contra la Xunta, o bien contra la industria o contra la distribución", subraya.
La suspensión de la huelga de entrega es, por tanto, "un gesto" que pretende facilitar la negociación entre las partes, con el objetivo último de lograr "la normalización del sector lácteo particularmente en Galicia". Pero, de no haber pasos en los próximos días, una vez nombrado el Gobierno gallego el domingo y celebrada la primera reunión con el presidente de la Xunta, el sector productor volverá a las protestas "sin descartar absolutamente nada", avisa Santalla. Todo "para luchar por un sector vertebrador de la economía gallega".
