SANTIAGO DE COMPOSTELA 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director ejecutivo del Instituto Food First, Eric Holt-Giménez, y la responsable de la secretaría da Muller del Sindicato Labrego Galego, Isabel Vilalba, exigieron hoy la democratización del sistema alimentario para que deje de estar controlado por las grandes multinacionales y cobren principal protagonismo los productores agroalimentarios y los consumidores.
Así lo defendieron en una rueda de prensa para presentar la Iniciativa por la Soberanía Alimentar de los Pueblos que, en Galicia, suscribieron diversas organizaciones sociales y agrarias, entre las que figuran el SLG, Verdegaia, Amarante o Veterinarios sen Fronteiras.
Holt-Giménez denunció hoy que la crisis alimentaria no desapareció, sino que, por el contrario, se ha visto agravada por el crack del sistema financiero global, dado que la producción también se redujo.
No obstante el representante del Instituto Food First criticó las "contradicciones" de ese sistema, al recordar que, si bien el año pasado se alcanzaron sendos records de producción y riqueza del sector agroalimentario, también el hambre marcó su punto más alto en la Historia, tras pasarse de los 850 millones de personas afectadas a 1.000 millones "más de la mitad de la población mundial".
Por ello, Holt-Giménez consideró que "a más riqueza, más hambre" se registra en el planeta mientras las grandes multinacionales generan mayores beneficios. A este respecto y sobre la actual coyuntura destacó los elevados costes de producción pese a que las materias primas, como los cereales, se han abaratado y la imposibilidad de agricultores y ganaderos de acceder a créditos para salir de esa situación.
El director ejecutivo del Instituto Food First instó, por tanto, a cambiar el "modelo industrial de producción" por uno "más local" en el que desaparezcan los intermediarios y los productores estén en contacto con los consumidores. Asimismo llamó a la sociedad a "desmantelar" el gran monocultivo dado que, a su juicio, fomenta "concentración de riqueza".
En esta línea consideró que los gobiernos deberían proteger la seguridad alimentaria de su población, una cuestión sobre la que Vilalba (SLG) aseveró que afecta a los consumidores gallegos, al considerar que cada vez tienen más controlado el acceso a alimentos y "más comprometida su salud".
En este sentido, Vilalba calificó de "inmorales" los márgenes comerciales de las cadenas de distribución y de los intermediarios del sistema agroalimentario. Por ello defendió la apuesta por desarrollar los mercados locales, a pequeña escala, para fomentar el consumo de productos sanos y producciones sostenibles.