Las cooperativas realizaron hoy un paro general para denunciar los márgenes comerciales y demandar garantías de preferencia comunitaria
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unións Agrarias (UU.AA.), Xóvenes Agricultores (XX.AA.) y la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca) repartieron gratuitamente esta mañana en Compostela más de 2.000 kilos de patatas y 600 kilos de carne para denunciar los márgenes comerciales "de más del 1.000 por ciento" y pedir "transparencia" en la formación del precio.
El secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, subrayó que tanto la patata como la carne son dos productos que reflejan "mejor" lo que está pasando. Denunció que el kilo de patata se está pagando al productor a cuatro céntimos, mientras se vende en supermercados a "más de 60". En este punto, García aportó el dato de que tan sólo la semilla y el abono para plantar una patata cuesta siete céntimos.
"Lo que pedimos no son subvenciones, ni que el consumidor pague más, sino que lo que nos pagan a nosotros de menos repercuta en el consumidor", demandó García. Así, las tres propuestas principales que se realizaron fueron: normas transparentes en los precios, garantías de preferencia comunitaria en el consumo de los productos y redes de seguridad en la política agraria.
Según fuentes de los sindicatos, este viernes se ha realizado un paro general en la casi totalidad de las cooperativas y explotaciones agrarias, como consecuencia de tener que "vender a pérdidas". Mañana esperan una multitudinaria manifestación en Madrid, luego de los repartos de alimentos que han realizado hoy en Santiago y Lugo.
SECTOR ESTRATÉGICO
El secretario general de UU.AA. explicó que esta reivindicación sirve para poner de manifiesto que el sector agropecuario es "estratégico" para el país. Sobre esto, reflexionó sobre del papel de la agricultura para gestionar un territorio "de 30.000 núcleos de población", sin la cual "reinaría el fuego y el jabalí". Así, lamentó que se destinen "millones y millones" de euros al sector del automóvil mientras se permite "la desolación" en la que está sumida la agricultura.
García habló de la "irresponsabilidad política" en la que están inmersos debido a la competencia de otros países "donde no hay normas de seguridad alimenticia". Criticó además, el hecho de vivir en una Europa de "cohesión social" cuando son las condiciones laborales del Tercer Mundo las que marcan los costes de producción. De esta manera, definió como una "barbaridad" el hecho de presentar a un agricultor en igualdad de condiciones para negociar con una multinacional como Carrefour.
"INACCIÓN" DE LA ADMINISTRACIÓN
El secretario general de Xóvenes Agricultores, Francisco Bello, manifestó que sin medio rural "no hay vida", por lo que demanda el pago de "precios justos" que al menos cubran el coste de producción. Sus críticas se dirigieron principalmente hacia la Administración del Estado, y calificó de "media ministra" a la titular de Medio Rural, Elena Espinosa, a la que acusó de no estar "sensibilizada con el sector agrario" así como de una constante "inacción". Según remarcó: "ahora somos rehenes de las industrias".
Por su parte, la secretaria general del Sindicato Labrego, Carmen Freire, acusó a la Administración de ser la "única culpable" de la situación que está viviendo el sector. Sobre esto, criticó que el Gobierno central no esté defendiendo "ninguna" de las medidas que tengan que ver con "salvar" a los sectores agropecuarios. Además, llamó la atención al Gobierno gallego para que convierta esta problemática en una "cuestión de Estado" igual que otras cosas "como el AVE".
