Rural.- La Xunta garantiza que las carnes "exóticas" se someten a los mismos controles que las producidas en la UE

SANTIAGO DE COMPOSTELA 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Consellería de Medio Rural garantizó hoy que las carnes "exóticas" o no habituales --como la de canguro, cocodrilo, búfalo o cebra-- se someten a los mismos controles que las procedentes de la actividad ganadera de los países de la Unión Europea.

"Las garantías que se exigen para las producidas aquí --UE-- son obligatorias también para cualquiera producida fuera de la comunidad", aseguró la directora xeral de Innovación e Industrias Agrarias e Forestais, Alejandra Álvarez de Mon, en respuesta a una pregunta del PPdeG en la Comisión de Agricultura del Parlamento.

Así, explicó que no existe en la legislación un apartado específico referido a estas carnes poco habituales, sino que el criterio es el de "carnes" y "la legislación se aplica en general para todas ellas". La aplicación de la norma, dijo, se hace "sin discriminación" para comprobar que los productos cumplen los requisitos.

En este sentido destacó el "elevado grado de garantía sanitaria" que exige la UE para estos casos y explicó que las normas establecen que la trazabilidad --información del origen del producto y su proceso-- se debe asegurar en todas las etapas, "incluida la fase de importación". Asimismo, el producto debe estar "adecuadamente etiquetado e identificado".

RIESGO

Por su parte, la diputada que formuló la pregunta, la 'popular' Enma Álvarez Chao, manifestó su preocupación por que se garantice que, ante un posible aumento de la demanda de este tipo de carnes, el producto procede de animales criados en cautividad y no de la caza ilegal de ejemplares salvajes, con "el consiguiente riesgo para la salud".

Por otra parte, la diputada del PPdeG Rosa Oubiña formuló una pregunta acerca de la situación de la producción integrada --que aprovecha los recursos y mecanismos de regulación naturales y minimiza el uso de químicos-- en Galicia. En este sentido, Álvarez de Mon consideró que ésta es una línea "positiva" de trabajo y explicó que en el último año la superficie destinada a viñedos en este tipo de producción creció un 13,4 por ciento, mientras que la de kiwi creció un 7,4 por ciento.

Así, al primer producto se dedican 386 hectáreas, mientras que al segundo se destinan 186. La directora xeral apuntó que los reglamentos para el vino y el trigo están "avanzados" y verán pronto la luz.