Accidentes de tráfico o con maquinaria agrícola, riesgos principales de niños y adolescentes en el periodo estival

Actualizado: sábado, 14 junio 2008 14:35

Pediatras advierten de que el 80% de los siniestros pueden ser evitados con una "prevención óptima"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

La llegada del buen tiempo que favorece un mayor desarrollo de actividades de ocio en el exterior conlleva también habitualmente un incremento entre niños y los más jóvenes de los siniestros de tráfico y los relacionados con maquinaria agrícola en el rural gallego.

Una vigilancia menor y la ampliación del campo de juego, debido a que en invierno la mayor parte de las actividades de los más jóvenes se desarrollan en el interior y cuenta con más supervisión --en el colegio sobre todo--, favorecen esta accidentabilidad.

Así lo explicó a Europa Press el jefe de servicio de la UCI Pediátrica del Hospital Clínico de Santiago, José María Martinón, y justificó que en verano aumenta la circulación de vehículos y "hay más libertad en las áreas de juego" que, según precisó, "no siempre están adaptadas adecuadamente".

En especial, alertó de la importancia de vigilar a los más jóvenes cuando se encuentran cerca de maquinaria agrícola, sobre todo tractores y fresadoras. Al respecto, subrayó que todos los años llegan al hospital menores "seriamente lesionados, incluso con amputaciones".

Martinón incidió en que en el verano, época del cultivo en el que se usa diversa maquinaria, se debe tener "mucha precaución" porque, según recalcó, son situaciones que "se pueden evitar". Por ello, insistió en que hay que "detectar el problema y tratar de evitarlo".

La falta de medidas de seguridad adecuadas en los vehículos, como sillas infantiles o cinturones adecuados, así como un mayor uso del coche en el periodo veraniego contribuyen a la accidentabilidad de los niños. También las actividades propias del verano en playas y piscinas, y el contacto con "animales del exterior", como perros y víboras, provocan otras de las lesiones más habituales sufridas por los más pequeños.

El doctor Martinón recalcó la importancia de instruir "precozmente" a los más jóvenes en maniobras de natación para evitar asfixias por inmersión en el agua y recomendó mantenerlos alejados de las zonas de riesgo de piscinas y playas. Así, apuntó que el 20% de las atenciones en la UCI Pediátrica en verano suelen estar relacionadas con ahogamientos.

CIVILIZACIÓN DEL VEHÍCULO.

El pediatra del Clínico también incidió en la "civilización del vehículo" como otro de los factores que favorecen la accidentabilidad entre los más jóvenes porque los preadolescentes "conducen más precozmente". "Hay que disminuir al máximo el peligro e instruirlos cómo deben hacerlo para que el riesgo se minimice", aseveró.

Con todo, Martinón subrayó que el 80% de los accidentes pueden ser evitados "con una prevención óptima". En este sentido, manifestó que los siniestros graves suelen ser la causa del 22,2% de todos los ingresados y recordó que la accidentabilidad constituye la primera causa de muerte en el niño, al tiempo que estimó en un 50% el incremento de atenciones en verano con respecto a la temporada de invierno.

ALIMENTACIÓN ADECUADA.

Por su parte, la pediatra Rosaura Leis, experta en nutrición del Hospital Clínico de Santiago, recomendó para los más pequeños en la época de calor la ingesta de mucha agua y leche --500 mililitros al día--, así como una alimentación adecuada basada en la dieta atlántica.

En esta línea, lamentó en declaraciones a Europa Press que "se pierden las tradiciones de la tierra" con el consumo de alimentos precocinados y comentó la importancia de hacer un buen desayuno con lácteos, fruta y cereales e incluir en la dieta dos raciones de verdura al día y tres piezas de fruta, así como la ingesta de pescado. Asimismo, aconsejó reducir el consumo de bebidas azucaradas y de bollería.

De este modo, defendió que se limite la vida sedentaria de los niños, favorecida por los avances tecnológicos, según puntualizó, así como realizar una dieta equilibrada con alimentos frescos y "menús saludables".

Ante una posible ola de calor, los pediatras recomendaron no exponer a los niños a las altas temperaturas, darles de beber una importante cantidad de agua, mantenerlos frescos y protegerlos de las altas temperaturas y del sol.