Altri defiende su proyecto "sostenible" para Palas: "No tiene sentido compararnos con una industria de hace 50 años"

El consejero delegado de Altri, José Soares de Pina.
El consejero delegado de Altri, José Soares de Pina. - PEDRO DAVILA-EUROPA PRESS
Publicado: miércoles, 17 abril 2024 9:40

Sus responsables reconocen que la fábrica no saldrá adelante si no captan más de 200 millones de fondos europeos

VILA VELHA DE RÓDAO (PORTUGAL), 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

Una de las posibles mayores inversiones industriales en Galicia de los últimos 50 años también ha generado una de las mayores controversias de los últimos meses debido al impacto, sobre todo ambiental, que podría tener en la Comunidad.

Se trata de la fábrica de fibras téxtiles que la multinacional portuguesa Altri pretende instalar en el municipio lucense de Palas de Rei. Las cifras son abultadas: unos 1.000 millones de euros de inversión, cerca de 500 empleos directos y 2.000 indirectos y necesidad de captación de unos 20.000 metros cúbicos de agua del río Ulla al día, con un máximo de 46.000 m3 diarios (siendo depurados y devueltos al arroyo tras su uso).

Todo para fabricar dos productos distintos. El primero, fibras solubles de base celulósica a partir de madera de eucalipto para un uso textil. El segundo es el llamado lyocell, un fibra textil producida a partir de las fibras solubles anteriores que pretende ser el sustituto del algodón, debido a ser más sostenible y más fácil de reciclar (con el lyocell se hace hilo y con el hilo telas para fabricar ropa).

Sin embargo, esta iniciativa ha contado desde el principio con las críticas de ecologistas y habitantes de la zona, que ponen en duda los beneficios que traería para la comarca de A Ulloa esta factoría y lamentan que el impacto ambiental sería superior al posible provecho económico.

Por todo ello, los responsables de Altri han llevado a cabo un viaje a sus plantas de Portugal para dar a conocer cómo operan y cómo conviven con el entorno y el medioambiente. Durante el mismo, al que ha asistido Europa Press y multitud de profesores universitarios del ámbito científico, han defendido la "sostenibilidad" del proyecto y han lamentado que se compare con otra fábrica que procesa madera para la obtención de pasta de papel en Pontevedra: "No tiene sentido compararnos con una industria de hace 50 años".

El consejero delegado de Altri, José Soares de Pina, y el responsable del proyecto Gama (nombre que recibe la fábrica de Palas de Rei), Bruno Dapena, han tratado de explicar cómo será y qué supondrá para Galicia la planta que prevén poner en marcha.

Comenzando por su construcción, tardará unos tres años y empleará a cerca de 4.000 personas. Tras 36 meses, podría comenzar a producir fibras téxtiles, mientras que serán necesarios unos tres meses más para perfeccionar la técnica y fabricar lyocell a partir de estos elementos.

¿POR QUÉ GALICIA?

Preguntado por qué escogieron Galicia para instalarse, Soares de Pina ha reivindicado que la idea es producir lyocell debido a que es una fibra "sostenible y reciclable" que pretende reducir la huella ambiental de la industria textil. Por ello, es importante instalarse allí donde está la madera, para evitar las emisiones que supone el transporte.

Al respecto, ha dicho que más del 50% de los árboles que se talan en la Comunidad son exportados, en vez de "crear valor en Galicia". Aquí es donde entraría Altri que, según han defendido, no pretende potenciar la plantación de más hectáreas de eucaliptos, sino utilizar en Galicia los árboles que ya hay y que en la actualidad se venden al exterior.

"Se ha diseñado desde el principio para hacer el proyecto más sostenible de fibras téxtiles en el mundo", ha reivindicado, añadiendo que se trata de una industria del "siglo XXI", por lo que no se puede comparar con otras que ya existen en Galicia de hace "50 o 60 años" que tratan la madera.

"Es un proyecto completamente distinto, con tecnologías punteras completamente distintas", ha subrayado, refiriéndose también a los partidos políticos que critican la iniciativa. "La política la dejamos a los políticos. Para nosotros, el objetivo es hacer lo que es importante para tener un proyecto, que es sostenible y que al final va a agregar valor no solo al territorio, sino a la industria en Galicia", ha explicado, poniendo el foco en que el sector forestal y el textil son dos de los grandes motores económicos de la Comunidad.

La posible contaminación al río Ulla por el uso de su agua también ha sido desmentida por los responsables de Altri. Ambos han reivindicado que en Galicia se pretende invertir unos 80 millones para la depuración del agua tras ser usada, casi cuatro veces más de lo invertido en sus plantas de Portugal.

Todo ello para no solo cumplir, sino superar la normativa ambiental, según han defendido. Preguntados sobre el vertido del agua más caliente de la que lleva el cauce del río, desde la multinacional han explicado que la legislación vigente, tras ser depurada el agua, no permite regresarla al río a más de 27 grados o con tres grados por encima o por debajo de la temperatura del agua corriente.

Altri usará el agua, la depurará y la someterá a un proceso de enfriado para devolverla, como mucho, dos grados por encima de la tempuratura del río. Es decir, con margen dentro de la legislación y sin afectar a los ecosistemas, según indican. Todo ello tras calentarla a unos 37 grados para realizar sus procesos con la madera.

ENTORNO

Una de las principales críticas que tiene el proyecto para Galicia es cómo afectará a sectores como la ganadería y la agricultura, muy importantes en Palas. Tanto Dapena como Soares de Pina han insistido en la buena relación que existe con los pueblos del entorno de sus fábricas de Portugal, como ocurre en Vila Velha de Ródao, donde está su planta de Biotek; o en la zona de Figueira da Foz, donde está Celbi, su otra factoría que se conoció durante el viaje con periodistas.

Precisamente en este evento se visitaron varios negocios cercanos a estas fábricas, como una cooperativa de aceites y una quesería (como hay en Palas). Los responsables de las mismas pusieron en valor la importancia de Altri para el pueblo, subrayando la atracción de gente joven.

Ellos han subrayado que medioambientalmente hablando no les afecta en sus producciones y, en algún caso, Altri se encarga incluso de depurar aguas residuales que ellos utilizan en sus procesos.

También el alcalde de Vila Velha de Ródao, Luis Miguel Ferro, ha destacado ante la prensa la importancia que tiene la fábrica para el pueblo, que duplicó el número de alumnos en su escuela y triplicó el número de nacimientos en los últimos diez años, "al contrario que el resto del interior de Portugal". "Ojalá la nueva fábrica se construyese aquí", ha reivindicado.

EUCALIPTOS

Altri también ha querido mostrar otra parte de sus procesos industriales, donde empieza todo, el vivero de árboles. Allí genera entre 6 y 8 millones de árboles al año. No solo eucaliptos, sino también especies autóctonas de Portugal para poblar los bosques.

Sus ingenieros tratan de mejorar genéticamente las plantas. A través de estudios, utilizan ciertos tipos de eucaliptos en unas u otras zonas dependiendo de cómo se adapten a factores como la sequía o el frío. De esta manera, plantan en cada lugar la especie que mejor rendimiento tendrá.

Para acabar la visita, desde Altri han reivindicado la importancia de conocer sus procesos y los datos de su proyecto para Palas de Rei antes de criticarlo. Además, todavía está pendiente que salga adelante la declaración de impacto ambiental. "Queremos tener una buena relación con el entorno. Es muy importante", ha añadido. Pese a todo, han puesto el foco en la necesidad de que un 25% del valor de la inversión venga a través de subvenciones de las administraciones españolas.

Sobre este tema, han dicho que ya han tenido varios encuentros, sobre todo con el Gobierno central, para conseguir unos 250 millones para la construcción de la factoría de Palas, provenientes principalmente de fondos europeos, "En estos momentos soy optimista", ha indicado el consejero delegado. Pese a todo, desde Altri reconocen que sin las ayudas, el proyecto no saldría adelante.

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