Un millar de trabajadores paralizaron durante una hora el tráfico ferroviario en la ciudad tras impedir el acceso a oficinas bancarias
VIGO, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos y la patronal del sector naval de Vigo, que mantiene una huelga indefinida desde el jueves día 3 de mayo, rompieron hoy de nuevo las negociaciones al no alcanzar un acuerdo que ponga fin al conflicto, por lo que los trabajadores mantendrán las movilizaciones y reclaman que se amplíe el paro a todo el sector del metal, que agrupa a 22.000 empleados en la provincia de Pontevedra.
Tras unas cuatro horas de reunión, ambas partes suspendieron el encuentro y, aunque no descartan volver a retomar las conversaciones en las próximas horas en función de lo que establezca la propia Delegación de Traballo, que actúa de mediadora, reconocieron que, en este momento, "las negociaciones están rotas".
El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), José María Hidalgo, explicó que ambas partes lograron un acercamiento en uno de los puntos conflictivos, el referente a la recolocación de los empleados de la auxiliar Montajes Nervión, que se haría "a través de la Axencia-Bolsa de Emprego en los términos que los sindicatos decidan".
Sin embargo, lamentó que los representantes de los trabajadores "se cerraron en banda" en lo que respecta a la contratación de operarios entre distintos astilleros, es decir, que los contratos de fin de obra se puedan continuar de un barco a otro. En todo caso, se mostró "optimista" porque "al menos se superó uno de los dos escollos".
SIN POSIBILIDAD DE AVANCE
Los sindicatos, no obstante, insistieron en que "no hay posibilidad de avance" y que la negociación de hoy estuvo condicionada por el incidente ocurrido esta madrugada en la sede de Asime, que fue atacada por unos desconocidos que arrojaron un cóctel molotov y causaron daños materiales en el tejado del inmueble.
El portavoz de CC.OO., Ramón Sarmiento, criticó a la patronal por vincular directamente dicho ataque con los trabajadores del naval y calificarlo de "kale borroka" , al tiempo que advirtió a los empresarios de que no están legitimados" para hacer responsables a los sindicatos de este incidente.
Sobre los puntos de acuerdo en la reunión de hoy, Sarmiento señaló que el caso de Montajes Nervión no ha de resolverse como una excepcionalidad, y "se busca una fórmula que sirva para todas las empresas, un acuerdo global". Además, mantienen la propuesta de que aquellas firmas que no cumplan el convenio colectivo "desaparezcan del sector".
En ese sentido, las centrales sindicales dan un plazo de 15 días a la patronal para que "todas las empresas comuniquen a la comisión cuál es su porcentaje de trabajadores fijos" y otras dos semanas para que adecuen ese número al 45 por ciento pactado, mientras que la patronal pide que ese plazo sea de tres meses. "Si al cabo de ese mes las empresas no cumplen, dejarían de prestar esos servicios", apuntó Sarmiento.
AMPLIACIÓN DE LA HUELGA
Los sindicatos CC.OO. y UGT deciden esta tarde si se suman a la convocatoria de huelga en todo el sector del metal, que la CIG ya ha acordado, lo que supondría extender el paro a 22.000 trabajadores en la provincia de Pontevedra, ya que afectaría a talleres mecánicos, carpintería de aluminio, electricidad y fontanería, entre otros.
Así, se cumpliría la exigencia que los miles de trabajadores del naval han planteado desde hace días en relación a que todo el metal secunde el paro de forma solidaria con los operarios de empresas matrices y auxiliares del naval. Esta demanda también se planteó hoy en la asamblea celebrada ante cientos de personas a las puertas del edificio administrativo de la Xunta, que gritaban "¡Huelga general!" e incluso reclamaban que las protestas se llevasen a las puertas de la factoría de PSA Peugeot Citroën.
En esa asamblea, el secretario general de la Central Unitaria de Traballadores, CUT, Manolo Camaño, reprochó a la Administración su "irresponsabilidad" por limitarse a "mandar 24 grilleras" a la ciudad. Asimismo, advirtió a la patronal de que "no midió bien las consecuencias" de este conflicto.
El portavoz de la CIG, Antolín Alcántara, hizo un llamamiento a la "unidad" entre los trabajadores, a los que recordó que "hay que dar una respuesta cada vez más dura". "Los que tienen que pedir perdón son los empresarios por no cumplir lo firmado", añadió.
MOVILIZACIONES
Unos 1.000 trabajadores del naval de Vigo ocuparon a media mañana de hoy, durante una hora, las vías del ferrocarril de la estación de trenes de Vigo e impidieron la entrada y salida de varios convoyes, después de concentrarse en el centro de la ciudad e impedir el acceso a las oficinas principales de cuatro entidades bancarias.
Como consecuencia de esta movilización, se vieron afectados varios trenes. Según confirmaron a Europa Press fuentes de Renfe, varias máquinas procedentes de A Coruña, Barcelona y la frontera con Portugal se vieron obligados a terminar su recorrido en la estación de Redondela (Pontevedra), desde donde se trasladó a los viajeros en autobús hasta la ciudad olívica.
Además, al menos un tren regional con destino a A Coruña tuvo que ser trasladado vacío, desde Vigo a la estación redondelana, sin poder dar servicio a los viajeros que esperaban para cogerlo en la ciudad olívica.
