SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El canciller del Arzobispado de Santiago de Compostela, Elisardo Temperán, advirtió hoy a los sacerdotes de que es su "responsabilidad" cumplir las leyes canónicas y, por lo tanto, cumplir su "misión" de garantizar que los padrinos de bautismo no son personas divorciadas, casadas sólo por lo civil o miembros de parejas de hecho.
En rueda de prensa, Temperán subrayó que el clérigo "tiene la obligación" de "enterarse" si las personas propuestas para apadrinar un bautismo "reúne las condiciones" exigidas por la ortodoxia cristiana o, de lo contrario, "el problema es del sacerdote, que no ha cumplido con su deber". "No es que éste sea más laxo y el otro más estricto. Es un problema de responsabilidad y de cumplimiento de un deber que tiene el párroco y de cumplimiento de un deber", aseveró.
El representante del Arzobispado de Santiago señaló que estas premisas no suponen "endurecer" la ortodoxia sacramental, sino que "se trata de recordar las leyes canónicas", con la finalidad de que los sacerdotes "sean conscientes de lo que hacen". "No se pueden hacer cosas inválidas, incluso en orden a defender los derechos de todos, porque habría discriminación", puntualizó respecto a las normas publicadas en el Boletín Oficial del Arzobispado de Santiago del mes de enero.
Preguntado si se podría aplicar esta normativa con carácter retroactivo, Temperán indicó que "habría que estudiar cada caso", aunque apuntó que, si no se cumplen estos preceptos, "no se puede ser padrino, hay una irregularidad y se está haciendo una cosa mal hecha e inválida". Al respecto, agregó que, ante esta "situación irregular" en la que una persona no reúne os requisitos, "basta que el otro esté en condiciones normales y sería el padrino" ya que es suficiente con ser apadrinado por una sola persona.
Además, requirió a los sacerdotes que eviten que personas que no reúnen las condiciones para ejercer como padrinos acompañen al bautizado porque "se puede dar lugar a un engaño, a un escándalo y a que los fieles queden desconcertados".
HIJOS DE PAREJAS DE HECHO
El canciller del Arzobispado de Santiago también explicó que, en el caso de "situaciones irregulares" de hijos de matrimonios sólo civiles o de parejas de hecho, "se estudia cada caso" para preservar que "haya alguien en la familia que pueda garantizar que ese niño va a ser educado en la fe cristiana". De esta forma, precisó que "no hay problema ninguno y se bautiza al niño", como de hecho aseguró que se realiza en las parroquias.
Temperán aseguró que, de esta forma, lo que se busca es "que la gente sea consciente de lo que significa su fe y vivirla coherentemente". "No es un endurecimiento. Es recordar lo que es nuestra fe, que los fieles sean coherentes con su vida cristiana y que los sacerdotes sean coherentes con su misión, que es muy seria", aseveró.
Así, restó importancia a que, con la aplicación de estas medidas, la Iglesia pueda perder a fieles por alejarse de la realidad social, ya que "el problema no es de estadísticas" y abogó por "cambiar" la situación de "muchas personas que actúan por costumbre" solamente, porque los sacramentos deben ser "una vivencia personal profunda". "No me preocupa el número. Sí que las personas que estén lo hagan de corazón y conscientes de lo que hacen", proclamó.