OURENSE, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación de Ourense y del PP en esta provincia, José Luis Baltar, admitió hoy en el juzgado que pronunció unas palabras sobre la vida privada del ex vicepresidente de la Xunta Anxo Quintana, pero las encuadró en la libertad de expresión y la crítica política en un mitin en la campaña electoral de las pasadas elecciones autonómicas, según aseguró el letrado que representa al político nacionalista, Xoán Antón Pérez Lema.
José Luis Baltar compareció hoy como imputado ante un juzgado de Ourense en relación a la querella interpuesta contra él por el ex vicepresidente de la Xunta y la madre de sus hijos, Cristina Cid. El ex portavoz nacionalista recrimina al presidente del PP de Ourense un delito de calumnias con publicidad por haber hecho unas insinuaciones sobre su vida privada el pasado martes 24 de febrero, durante un mitin electoral celebrado en Punxín (Ourense).
El abogado de Anxo Quintana entiende que las palabras de Baltar insinuaban supuestos malos tratos en el seno de la pareja para quitar un rendimiento electoral. Además, también le preguntó a Baltar sobre unas fotos del portalón abollado de la casa del ex vicepresidente que supuestamente se habrían distribuido en mítines del PP, circunstancia que Baltar negó, aunque reconoció que sí habían llegado a sus manos.
En declaraciones a Europa Press, Pérez Lema censuró la "gravedad" de las declaraciones de Baltar, que "menoscaban el concepto social" de Anxo Quintana, quien esperó a abandonar el cargo de vicepresidente de la Xunta, tras perder las elecciones del 1 de marzo, para ejercer la acción penal. "No es una cuestión política, forma parte del ejercicio del derecho a la intimidad y a la imagen personal", aseveró su abogado.
MOMENTO PROCESAL
Tras media hora de declaración, Baltar abandonó los juzgados sin hacer declaraciones, en compañía de su abogado. Tras la admisión a trámite de la querella y la declaración como imputado del presidente del PP de Ourense, la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de O Carballiño, localidad en la cual se interpuso la querella, deberá pronunciarse sobre el resto de diligencias solicitadas por la parte demandante y decidir si abre juicio oral.
Fuentes jurídicas explicaron a Europa Press que la pena de un delito de calumnias con publicidad como el que se le imputa a Baltar podría conllevar "un tipo medio" de entre 15 y 19 meses de cárcel, que en ningún caso cumpliría ya que no tiene antecedentes penales, y una condena de inhabilitación para cargo público.
