SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario de CIG Banca, Clodomiro Montero, afirmó hoy de que las prejubilaciones no cubrirían el total de pérdida de empleos que estima que se produciría con una fusión de las dos cajas gallegas --sus cálculos son de 1.500 puestos de trabajo-- y advirtió de que no admitirá "un sólo despido en Caixa Galicia o Caixanova que venga dado" por una operación de integración de ambas entidades.
Así lo expuso en una rueda de prensa, en la que manifestó su oposición tanto a una fusión con cajas de fuera de Galicia como entre Caixa Galicia y Caixanova y reclamó a la Xunta que lidere una postura de "consenso". Reprochó al Gobierno gallego que haya tenido contactos con los empresarios pero no con los sindicatos, que tienen representación en los órganos de dirección.
Montero expuso que, según los estudios de la central sindical, se encontraría una estructura duplicada --una oficina de Caixa Galicia y una de Caixanova en el mismo pueblo o barrio-- en 400 ocasiones. Para estos casos, el sindicato estima que una de ellas cerrará, por lo que teme que dejen de funcionar 207 oficinas en Galicia, a las que hay que sumar el personal que se perdería en los servicios provinciales (excluidos los de Caixanova en Vigo), lo que conllevaría una pérdida de 817 empleos.
Asimismo, los servicios centrales verían recortada su plantilla en un 40 por ciento, lo que significa 680 personas. La suma de ambas cantidades es de casi 1.500 empleos, según el sindicato nacionalista, que agrega también un análisis del número de trabajadores que se podrían acoger a una prejubilación. Son unas 1.065 personas entre las dos entidades, según los cálculos de CIG, que ve insuficiente esta cifra para cubrir las bajas que prevé.
Además, el proceso sería "traumático" en las provincias de Pontevedra y Ourense, indicó Montero, que apuntó que "dentro del sector están casi agotadas las prejubilaciones" y que "está por ver si serían autorizadas".
CONTRA LA FUSIÓN
La central sindical apostó por mantener las dos entidades y, en cualquier caso, se mostró "claramente en contra" de un proceso de absorción de cualquiera de las cajas gallegas por parte de otra de fuera. La CIG es contraria a una unión entre Caixa Galicia y Caixanova, argumentó Montero, porque es "una concentración de poder político y económico" que tiene "impacto sobre el empleo y la cohesión social". Censuró también la vía de las prejubilaciones, que calificó de "opción blanda".
En este sentido, defendió su "independencia y autonomía" respecto al BNG, que se posiciona a favor de una fusión entre las entidades para preservar su galleguidad, y apuntó que la formación frentista "no tiene los mismos datos sobre empleo" que el sindicato.
"DEBATE OCULTO"
El responsable de Banca del sindicato afirmó que se conoce que hay contactos entre la Xunta con las cajas y con los empresarios y manifestó su temor por que ese "debate oculto" signifique que "se habla de un reparto de poder y se deja de lado el empleo", que "debe estar por encima".
Además, reprochó que ni las consellerías de Facenda y Economía e Industria ni la cúpula de las cajas respondieron por el momento a sus peticiones para reunirse y consideró que "a estas alturas" ya tendrían que ser públicas las "bondades y los puntos negros" de cada posibilidad.
Así, llamó a la Xunta a "liderar el consenso" en la decisión a este respecto, pues "no la pueden tomar dos personas, cuando afecta a todo el país".