SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El sindicato CIG ha realizado una concentración este jueves ante la oficina del Banco Santander en A Coruña, en la que ha denunciado "presiones" a los trabajadores para que se adhieran el ERE en el período voluntario y ha alertado sobre un nuevo expediente en Santander Operaciones, que podría suponer el despido de 41 personas en la ciudad.
La empresa habría abierto una mesa de negociación de otro ERE, que afectaría a la filial Santander Operaciones, según ha explicado la secretaria de la sección sindical, Rosa Conde.
La empresa cuenta con un centro de trabajo en la calle Orillamar en A Coruña, que la entidad "quiere cerrar", según el sindicato, y en el que trabajan en la actualidad 41 personas procedentes del antiguo Banco Popular.
"PRESIONES"
Durante la protesta, la CIG ha denunciado "presiones" del Banco Santander sobre el personal para "instarlo a adherirse" al ERE, incumpliendo así el compromiso de respetar "la voluntariedad como principio fundamental".
Rosa Conde ha afirmado que el departamento de Recursos Humanos ha iniciado "un proceso de entrevistas a compañeros, principalmente de estructuras de servicios centrales y estructura intermedia".
Aunque los trabajadores "no tienen ninguna intención de solicitar la baja", la empresa los estará invitando "a marchar, incluso diciéndoles que el Banco no cuenta con ellos", remarca el sindicato.
Se trata de entrevistas que "se repiten de forma consecutiva" y a las que los trabajadores "no pueden acceder" acompañados de representantes sindicales.
La CIG sostiene que este colectivo "constituye un número reducido de trabajadores", por lo que habría "posibilidad de recolocar a todos aquellos que no quieran salir del banco, porque la red comercial es amplia y está muy necesitada de efectivos".
El sindicato, que no había firmado el ERE que supone el despido de 271 trabajadores en Galicia, considera que la empresa obtiene "beneficios multimillonarios" y aplica "prolongaciones indebidas de jornada" de forma "habitual".
Por ello, advierte de que "no va a permitir que ninguna persona sea obligada a renunciar a su puesto de trabajo" y continuará con las movilizaciones "el tiempo que haga falta".
