La Xunta destaca el "buen clima" de convivencia y avanza medidas de formación docente, mediación y para implicar a las familias
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un informe elaborado por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria reduce los conflictos en el ámbito escolar a situaciones "puntuales", situando los problemas en redes sociales, en el recreo o en el entorno de los centros y destacando el "buen clima" que en general predomina en las aulas de la comunidad gallega.
Son algunas de las principales conclusiones de los resultados de una encuesta realizada a más de 200.000 miembros de la comunidad escolar, entre profesores, alumnos (a partir de 5º y 6º de primaria), personal no docente (PAS) y familias sobre el clima de convivencia en los últimos tres años en los centros gallegos, presentado ante el Consello Galego de Convivencia este viernes.
En términos generales la percepción de estos colectivos es de "mejora", al menos en más del 50 por ciento de los participantes, frente a un 15 por ciento que considera "un empeoramiento" ligero o alarmante. El profesorado de ESO y el alumnado de posobligatoria son los que ven una "mejor" evolución en este ámbito.
La mayoría consideran que las situaciones de conflicto "o no existen" o "se dan de modo puntual" (más del 80%), sobre todo en el caso de alumnado de posobligatoria y las familias. A pesar de ello, un 21,6%de este tipo de estudiantado sí cree que todavía se dan este tipo de problemas.
Entre las conductas más habituales indicadas por los alumnos se encuentran las interrupciones y las molestias en clase, insultos, motes o amenazas, en enseñanzas obligatorias; o retrasos, faltas injustificadas, reírse de otra persona y consumir alcohol y tabaco, en niveles posobligatorios. Las conductas de acoso por Internet se sitúan entre el 5 y el 6,2 por ciento.
Las familias, por su parte, han indicado que los insultos, amenazas, motes o agresiones verbales son los problemas de este tipo que más perciben.
Estas situaciones de conflicto, si se producen, se dan sobre todo en recreos y alrededores del centro, según el alumnado de enseñanzas obligatorias, o en entradas y salidas del recinto escolar, el entorno del centro y redes sociales, entre los estudiantes de posobligatoria.
DIÁLOGO, PRINCIPAL HERRAMIENTA
Por otro lado, casi el 80 por ciento de los alumnos que participaron en la encuesta han declarado no haber padecido ninguna conducta negativa, frente a un 12 por ciento de media que sí lo ha sufrido (un 14,6% de alumnos de obligatoria). Por el contrario, un 85,5 por ciento ha rechazado participar o colaborar en acciones de este tipo.
Sobre la forma en la que se resuelven estos problemas, la mayoría del alumnado y el profesorado indicó el "diálogo" como la principal herramienta para atajar estas situaciones, y más del 80% de las familias opta por hablar con el tutor, pidiendo información al docente, o directamente con su propio hijo.
Las correcciones o sanciones se sitúan entre el 40 y el 50 por ciento de los casos, superadas mediante llamadas a las familias o aconsejando al alumnado. Asimismo, los profesores atribuyen una "importancia muy alta" a los problemas familiares en el desarrollo de estas conductas negativas, así como el contexto social, entre otras.
Más del 90 por ciento de los docentes, además, apuestan por la prevención para abordar la convivencia, junto con la aplicación rigurosa de las normas y la creación de grupos de trabajo y figuras específicas en los centros.
Los padres, en general, se declaran "abiertamente satisfechos" con los centros educativos (más del 81%), mientras que un 6 por ciento trasladan su descontento.
Por otro lado, un 90 por ciento del profesorado y el 86 por ciento de las familias consideran que el centro y los materiales está bastante o muy cuidado, premisa con la que coincide solo el 55 por ciento del alumnado. Tirar basura al suelo, pintadas en meses y paredes o rotura de materiales, son los problemas más comunes indicados por estos colectivos.
INTEGRACIÓN
Sobre la participación del alumnado, más del 75 por ciento afirma sentirse "bastante o muy integrado", mientras que más del 70 por ciento declara que hace amigos fácilmente, y tan solo el 5 por ciento del profesorado indica problemas de comunicación con algunas familias.
Cumplir las normas, obedecer al profesor, respetar el horario, hacer tareas y atender a las explicaciones, son algunos de los aspectos que más del 80 por ciento de los alumnos considera "muy o bastante importantes" para la convivencia.
Una parte del alumnado, unos 196, respondió además a un cuestionario pictográfico por dificultades de comunicación, en el que casi el 94% se declara "feliz" o "muy feliz" en el centro, un 8% aburrido y un 4% señala que se siente triste.
Entre las actitudes conflictivas ejercidas con los demás compañeros, este alumnado indica rabietas, no trabajar, insultar o mentir, mientras que señala "dejar sólo" o insultar entre los problemas más comunes que padecen.
MEDIDAS CORRECTORAS
Ante estos datos, el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, ve "muy positivo" el resultado de este informe y el nivel de satisfacción declarado por las familias, aunque ha asegurado que su departamento no caerá "en la autocomplacencia y relajación" y que seguirá trabajando para atajar los "pequeños" problemas que se dan en los centros.
La Xunta también ha aclarado que no se crea ningún ranking de centros, sino que trabajará sobre las cifras "globales" para garantizar el "anonimato" de los resultados particulares, con los que cuenta cada centro individualmente. A pesar de ello, el informe no registra "grandísimas diferencias" entre rural y urbano ni entre centro o periferia.
Entre los ámbitos que se trabajará, y dada la reducida respuesta de las familias en la encuesta (cerca del 9%), será la de incentivar la participación en la mejora de la convivencia en las aulas, mediante las escuelas de padres y madres a través de las Anpas para buscar su "implicación" en los procesos educativos.
Otras medidas van encaminadas a la formación del profesorado como elemento fundamental para reducir las situaciones de conflicto, o la elaboración de un protocolo de protección de datos e identidad digital para los problemas en redes sociales.
Para atajar casos particulares de problemas en el entorno de los centros y fuera del recinto escolar, la Xunta hablará con ayuntamientos y la Fegamp para estudiar medidas preventivas en cada caso. Además, se ofrecerán herramientas que sirvan de hoja de ruta para tener respuestas a situaciones específicas, y se buscará el impulso a una red de mediación de conflictos.
