El decreto del gallego "asegura una competencia igual" en las dos lenguas oficiales, según Política Lingüística

Marisol López apunta que actualmente "la lengua que está discriminada es el gallego", pero dice que "no quiere unos hablantes monolingües"

Europa Press Galicia
Actualizado: miércoles, 4 julio 2007 18:02

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

La secretaria xeral de Política Lingüística de la Xunta de Galicia, Marisol López, manifestó hoy que el decreto del gallego en la enseñanza "asegura la competencia" de los alumnos "igual" en las dos lenguas oficiales de la Comunidad --castellano y gallego--. Así, minimizó el conflicto surgido a raíz de fijar un mínimo del 50% de presencia del gallego en las asignaturas de la enseñanza obligatoria y no consideró necesario establecer un porcentaje similar para el castellano.

Tras participar en un acto en Santiago y a preguntas de los periodistas, Marisol López recordó hoy que fue la Consellería de Educación el departamento que "trabajó y negoció" el texto de este decreto y consideró que, tal y como recogieron en su día los medios de comunicación, "si hubo un acuerdo de las tres fuerzas políticas" en este asunto.

Mientras la titular de Educación, Laura Sánchez Piñón, volvió hoy a declinar hacer declaraciones sobre este asunto, la responsable de Política Lingüística declaró que entiende que, tras el pacto, la citada consellería "incorporó" al texto del decreto "recomendaciones de carácter técnico" y que "se respetó el acuerdo". También manifestó que este decreto fue aprobado por el Consello de la Xunta --el pasado 28 de junio-- y, por tanto, "está ya para ponerlo en funcionamiento el curso que viene". "Y esa es la línea del gobierno", aseguró.

No obstante, ante el conflicto surgido en los últimos días por la decisión del PP de desvincularse de ese acuerdo, Marisol López reconoció que Educación, y "también Política Lingüística en la parte que le corresponde", siguen trabajando para tratar de que en cualquier tema relacionado con la lengua "podamos estar de acuerdo las tres fuerzas políticas". "La lengua no puede ser un factor de confrontación", aseguró la alto cargo de la Xunta.

SIN DISCRIMINACIÓN AL CASTELLANO

En relación a la decisión de fijar que al menos un 50% de las asignaturas sean impartidas en la lengua gallega --si bien los centros tienen capacidad para incrementar ese porcentaje--, Marisol López apuntó que esto que aparece en el decreto es "lo que aprobaron las tres fuerzas políticas" en el Plan Xeral de Normalización da Lingua Galega (PXNLG) --aprobado por unanimidad en 2004--.

La responsable de Política Lingüística entiende que no hay que fijar un mínimo para el castellano, ya que en el decreto del gallego en la enseñanza "queda asegurada la competencia en las dos lenguas". "El decreto asegura que tiene que haber una competencia igual tanto en una lengua como en otra, con lo cual no hay ninguna discriminación", puntualizó.

Marisol López manifestó que "en este momento la lengua que está discriminada es el gallego", pero descartó que se quiera eliminar el castellano. "Política Lingüística no quiere una sociedad ni unos hablantes monolingües, no los queremos, estamos en un mundo en el que queremos dominar muchas lenguas", aseguró. No obstante, advirtió que desde la Xunta "se quiere apoyar y respetar" el gallego y, "partiendo de nuestra lengua incorporar el castellano y después otras lenguas".

DESPRESTIGIAR AL GALLEGO

Ante el conflicto de los últimos días, opinó que "a lo mejor hay que leer con tranquilidad el decreto". Marisol López cree que "se está trasladando a la sociedad un intento de desprestigiar el gallego y de prescindir de él", si bien entiende que esta situación viene propiciada "por una parte muy pequeña" de la sociedad.

Respecto a la entrega de unas 20.000 firmas contra el decreto del gallego, presentadas por el colectivo 'Tan gallego como el gallego', que integran un grupo de padres de alumnos y de profesores, Marisol López aseguró su "respeto absoluto", pero constató que en Galicia hay "casi tres millones de habitantes". Recordó que en una sociedad democrática existen "posibilidades de discrepar" y sobre ellas debe haber "respeto absoluto".

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