SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Medio centenar de delegados de CIG se concentraron hoy ante las dependencias de la Consellería de Facenda, en San Caetano, para reclamar a la titular de este departamento, Marta Fernández Currás, que los reciba para abordar una hipotética fusión de las cajas gallegas, a la que la central sindical se opone. Además, alertaron de que una integración con una entidad de fuera de Galicia "duplicará" el número de empleos que se destruyan, que ascenderán en tal caso a 3.000, según sus estimaciones.
Los representantes del sindicato se reunieron a partir de las 11.30 horas tras una pancarta en la que reclamaban un "plan de futuro negociado para las cajas de ahorro". El secretario de la Federación de Banca de CIG, Clodomiro Montero, advirtió de que ésta es la primera protesta de un "proceso de movilizaciones que no cesará" hasta que los trabajadores tengan "garantías" de que no se destruirá empleo, no se perderá la galleguidad ni el carácter social de las cajas y que éstas "no van a ser troceadas para venderlas a los bancos".
Montero reprochó que, pese a que está solicitada una reunión con Fernández Currás, la conselleira "no tuvo a bien siquiera contestar". "Estamos aquí porque se está debatiendo el futuro de las cajas de ahorro gallegas y cualquier plan de futuro debe ser negociado con la representación sindical, dado que cualquier decisión va a tener graves repercusiones en el empleo", argumentó.
Por su parte, fuentes de la Consellería de Facenda afirmaron que no consta una solicitud formal previa de reunión y defendieron que este departamento mantiene "un diálogo fluido y constante con los sindicatos" y que, cuando recibe una petición, da una respuesta.
Los puestos de trabajo, prosiguió el responsable sindical, "tienen que estar encima de la mesa desde un primer momento" y criticó que se esté discutiendo "meramente el reparto de poder". "Son 7.000 puestos de trabajo directos en Galicia, a los que hay que añadir los puestos indirectos en las empresas auxiliares y de servicios", subrayó.
Así, el responsable del sector de la banca en la CIG reiteró que una fusión entre Caixa Galicia y Caixanova destruiría 1.500 empleos --estima que con prejubilaciones se podrían cubrir en torno a 1.000 de estas bajas-- pero una operación similar con entidades de otras comunidades "llevaría a duplicar ese coste", que se elevaría a 3.000 puestos de trabajo.
PARTÍCIPES DEL PROCESO
Montero aludió a los casos de fusiones en otras comunidades que están "más avanzadas" y en todas ellas se dan "problemas de empleo", dijo. "No pensamos esperar a que se tome una decisión y que después se nos cuente y no podamos ser partícipes en el proceso", advirtió, con lo que rechaza la postura del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que manifestó que cuando se tome una determinación será comunicada.
Además, defendió la necesidad de que no pierdan su carácter social y alertó contra posibles procesos de privatización en el futuro. "Las cajas de ahorros fueron construidas con los ahorros de generaciones y generaciones de gallegos que confiaron en ellas y no son propiedad ni de la familia Méndez ni del señor jubilado Gayoso, sino de la sociedad", aseveró.
Cualquier decisión respecto a estas dos entidades, razonó, debe partir de "un claro consenso social, político y sindical", aunque liderado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Montero hizo también referencia a un informe entregado por el responsable de Caixanova, Julio Fernández Gayoso, al presidente de la Xunta para defender supuestamente una postura en contra de la fusión con Caixa Galicia y calificó de "fraudulento" este documento. Emilio Ontiveros, responsable de la empresa Analistas Financieros Internacionales (AFI), que hizo el estudio, defiende las fusiones en Cataluña --actúa como asesor-- pero no en Galicia, expuso Montero, que le pidió explicaciones.