LUGO, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Comisaría de Lugo han puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Número 3 a una persona natural de León pero residente en A Coruña, de 39 años de edad, que ha sido detenida como presunta autora de una estafa continuada de más de 100.000 euros cometida a personas de avanzada edad.
Según ha informado la Policía Nacional, se recibió información del empleado de una entidad bancaria que manifestó que una clienta que pretendía retirar una gran cantidad de dinero en efectivo, concretamente 10.000 euros, ya había retirado días antes otras cantidades similares, por lo que temían que alguien la pudiese estar estafando.
Alertados los agentes, se personaron en la oficina y contactaron a una mujer de 85 años, que les indicó que iba a retirar 10.000 euros para solventar una compra. Gestiones efectuadas con la oficina bancaria determinaron que en el plazo de un mes esta persona había retirado más de 30.000 euros, por lo que la Policía constató que estaba siendo víctima de un engaño.
Según comentó la víctima, el individuo la había trasladado en coche hasta el banco y la había esperado fuera para hacer efectivo su cobro, momento en el que fue detenido y llevado a la Comisaría de Policía.
TRES AFECTADOS
Tras la incautación de documentación, las investigaciones policiales comprobaron que al menos tres personas habían sido víctimas de tal abuso. Puestos en contacto con ellas y con los grupos de policía de las demarcaciones correspondientes, pudieron presentar denuncia por las estafas a las que fueron sometidas.
Este individuo detenido, con iniciales D.M.O., había sido empleado de una empresa de venta de productos para la salud. En diciembre de 2014 creó su propia compañía, Outlet Hogar SL, dedicada a muebles de hogar y pequeños electrodomésticos, con domicilio social en Carballo (A Coruña).
Aprovechando los conocimientos de la venta, se dedicó a seleccionar a sus víctimas; ancianos que viven solos y con la capacidad intelectual mermada. Valiéndose de las carencias de estas personas, les vendía innumerables elementos, como si fuesen una familia numerosa, según ha señalado la Policía.
Las mismas fuentes policiales han indicado que a una de sus víctimas, un varón soltero, le vendió de una tacada dos relojes de caballero, dos relojes de señora, dos colchones y dos sillones de masaje. Por esa adquisición le regaló una almohada por una factura de 16.500 euros.
Los cobros los solía hacer en efectivo, vulnerando la Ley de pagos, según destaca la Policía, ya que sobrepasaban la cantidad de 2.500 euros, o les hacía firmar a los compradores un contrato de préstamo con una empresa financiera, rellenado únicamente con la firma del comprador sin constar cantidad alguna sobre el importe a financiar o la comisión que se aplicaba.
