PONTEVEDRA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un jurado popular juzga en la Audiencia Provincial de Pontevedra a dos jóvenes de Campolameiro, acusados de provocar un incendio forestal en febrero de 2005. Se trata de los primos Iván Márquez Corbacho y Manuel Corbacho Silva, quienes negaron la autoría de este delito por el que fiscalía solicita para cada uno la pena de dos años y cuatro meses de prisión.
Nada más empezar comenzar la vista oral el abogado defensor solicitó al presidente del jurado, Luciano Varela, que el juicio se celebre a puerta cerrada para "preservar la imagen" de los acusados, en un momento de especial sensibilidad tras lo acontecido este verano.
El abogado entiende que la oleada de fuegos de la primera quincena de agosto en Galicia provocó una "especial sensibilidad" contra los incendiarios, y este juicio viene a coincidir en el tiempo con la existencia de un "juicio paralelo en la sociedad", que va en contra de la presunción de inocencia de sus clientes.
No obstante el magistrado explicó que esta argumentación no encaja en los criterios que se deben tener en cuenta para ordenar la celebración de un juicio a puerta cerrada, y la vista se desarrolló en audiencia pública.
EN UN TODOTERRENO
Fiscalía acusa a los jóvenes de provocar tres focos de fuego en distintas zonas del monte, utilizando para desplazarse un todo terreno que algunos vecinos vieron circulando "muy despacito" cerca del fuego. No obstante los testigos no pudieron precisar quien iba en interior del vehículo, y admitieron también que en Campolameiro (Pontevedra) hay varios todorreno de las mismas características que el que posee uno de los acusados.
Además, para negar cualquier relación con este suceso los acusados señalaron que tienen sus casas y fincas muy cerca de donde se produjo el fuego y, según su abogado, "sería ridículo pensar que van a provocar un fuego que les puede perjudicar".
Además el letrado denunció "presiones políticas", para que la investigación policial en torno a los incendiarios se resolviera cuanto antes. De ese modo, los jóvenes que hoy se sentaron en el banquillo de los acusados de la audiencia pontevedresa habrían sido víctimas de una investigación en la que se produjeron determinadas irregularidades.
"Todos tenemos ganas de que se coja a los verdaderos culpables, pero estos señores ni siquiera estaban en el lugar de los hechos", concluyó el letrado a la espera ahora de que el Jurado dicte su veredicto.
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