Feijóo invoca al Apóstol para conseguir "la unidad de voluntades" y afirma que "la identidad no es inmovilismo"

Pidió "solidaridad" contra la crisis y contrapuso el terrorismo "cruel y asesino" al "equilibrio armónico y justo entre comunidades"

Europa Press Galicia
Actualizado: sábado, 25 julio 2009 15:53

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, invocó hoy al Apóstol Santiago para conseguir la "unidad de voluntades" ante desafíos como los que impone la "amenaza" de la crisis económica y advirtió de que en el contexto actual, "no es posible el aislamiento" y de que es necesario "unir valores de los antepasados con las exigencias contemporáneas" porque "la identidad no es inmovilismo".

"Galicia tiene que conjugar lo que fue con lo que será", proclamó Feijóo durante su intervención como delegado regio en la tradicional Ofrenda Nacional al Apóstol en la Catedral compostelana, en la que demandó la intercesión del Santo para que ilumine a los gobernantes "para escuchar las inquietudes de la gente" y les dé "inspiración" para "alcanzar el bien común". "En cada desafío encontramos un camino que es necesario recorrer juntos, proclamó para insistir en que "Galicia es diversa" pero "equivocaría su camino si no fuese capaz de imaginar horizontes comunes".

En una intervención que conjugó el castellano y el gallego, el presidente de la Xunta afirmó que "en este mundo no es posible el aislamiento" y advirtió de que "no hay lugar para los pueblos ensimismados que alimentan pequeñas peleas domésticas", por lo que reclamó que el Apóstol sea "ejemplo de los que se sienten intranquilos".

Asimismo, el delegado regio, que empleó citas de los gallegos Ramón Cabanillas y Xosé Manuel Álvarez y de Antonio Machado en su ofrenda, recordó que "no fue el miedo" lo que trajo a Galicia "las palabras" del Apóstol y añadió que "no fue la división la que labró un culto jacobeo, que empieza siendo gallego para acabar convirtiéndose en universal". "Este otro peregrino, que es nuestro país, contando con tu protección, no será tampoco víctima del miedo, ni de la división ni de la pequeñez", sentenció.

En esta línea, Núñez Feijóo pidió al Apóstol que "mantenga su protección sobre la España democrática" que "une" a los ciudadanos "en un presente y en un futuro común" y que de "inspiración" a los gobernantes gallegos y a sus instituciones para que "sigan siendo una herramienta útil para alcanzar el bien común de todos".

CRISIS ECONÓMICA

Por otra parte, el delegado regio tuvo también palabras para la crisis económica, a la que comparó con "los males que afligieron a los antepasados", y recordó que esta situación "amenaza especialmente a las familias más débiles".

Consecuentemente, Alberto Núñez Feijóo reclamó a Santiago Apóstol la "modestia suficiente" para "entender que la primacía tecnológica no siempre comporta superioridad moral" y pidió apoyo a la cooperación con los más pobres.

Así, como "primer europeo", pidió ante el Apóstol "ánimo" para los dirigentes de la Unión Europea, para que "trabajen" con el objetivo de "extender el progreso y la democracia a aquellos pueblos que han quedado rezagados en el discurrir histórico"; y, como "primer emigrante", solicitó "ayuda" para ser "tolerantes y comprensivos" con "aquellos que tiene que abandonar sus orígenes en busca de nuevos horizontes". "Ellos son lo que nosotros fuimos", indicó.

Núñez Feijóo comparó además la biografía del Apóstol con la de Galicia, "una historia de emigración, de sufrimiento y sacrificio en la que finalmente triunfa la entrega a los demás".

TERRORISMO

Durante su alocución, el delegado regio tuvo además un recuerdo para la lacra del terrorismo "cruel y asesino" que "queda como vestigio de aquellos tiempos en los que el español estaba condenado a ver como se 'helaba su corazón', parafraseando a Antonio Machado.

En este sentido, Feijóo contrapuso esta situación a "la España de hoy", la "bandera de la libertad" y "el equilibrio armónico y justo entre comunidades" que permite "que las discrepancias enriquecedoras se resuelvan como en cualquier democracia".

Núñez Feijóo demandó al Apóstol protección sobre España y sobre la Familia Real y reclamó que el Año Santo 2010 sirva para la "recuperación de los valores más auténticos del humanismo" y como punto en el que "la razón y la fe se den la mano como peregrinos en el camino que conduce a la libertad y la felicidad de los hombres".

JUVENTUD

El delegado regio aseguró ante el Apóstol sentirse "orgulloso" de "la generosidad", la "alegría" y "la entrega a las labores sociales" de la juventud, uno de los motivos que "permiten mirar el horizonte de la patria con optimismo".

Así, explicó que "a pesar de vivir en un mundo nada fácil", la "gran mayoría de los jóvenes luchan con arrojo para mejorar su formación y ser útiles a los más desfavorecidos".

Al acto de la Ofrenda Nacional al Apóstol acudieron las principales personalidades de Galicia, entre las que estuvieron el ministro de Fomento, José Blanco, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno, Antón Louro; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; los ex presidentes de la Xunta Xerardo Fernández Albor y Manuel Fraga, y los conselleiros de la Xunta, entre otros.

La Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago es una ceremonia que fue instituida en 1643 por Felipe IV y a lo largo de los años se mantuvo la tradición de que reyes, jefes de Estado o personalidades con las más altas responsabilidades invocaran al Patrón de las Españas los beneficios divinos para las tareas humanas.

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