La Fiscalía solicita 25 años de cárcel para la acusada de matar a golpes a su suegra y desfigurarla con ácido en Neda

Actualizado: lunes, 3 marzo 2008 16:55

Su hijo, de 15 años en el momento de los hechos, se autoinculpó del crimen y cumplió dos años de internamiento en un centro de menores

A CORUÑA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía pidió hoy 25 años de cárcel para R.G., acusada de asesinar, el 23 de septiembre de 2002, a su suegra a golpes con ensañamiento y alevosía, y rociar el cadáver con ácido para desfigurarlo.

Dolores Pereiro fue asesinada cuando tenía 64 años de edad en su domicilio en la localidad coruñesa de Neda. Los hechos se produjeron con una pata de cabra de hierro y otro objeto contundente y corto, con los que los autores del crimen golpearon a la víctima, principalmente en la cabeza, hasta provocarle la muerte. Después rociaron el cuerpo con un líquido corrosivo con las intención de desfigurarlo, lo que provocó quemaduras amarillentas por todo el cuerpo.

En el lugar de los hechos se encontró una máscara de gas que la acusada declaró haber comprado "para usarla al cocinar", además de un jersey con manchas de corrosivo en las mangas y latas de Pepsi con cloroformo y líquido corrosivo, que según la imputada, adquirió para "matar hormigas e insectos".

La Fiscalía y la acusación particular mantienen que el contacto entre acusada y víctima era prácticamente nulo en el momento del asesinato y que, la mala relación había llevado incluso a la víctima y a su esposo a negar la entrada a su vivienda de la acusada, tras vivir un enfrentamiento continuado.

La encausada vivía en A Coruña con sus dos hijos, mientras su marido e hijo de la víctima lo hacía en Neda para desarrollar su trabajo de mariscador. Con la intención de reunir a la familia, decidieron irse todos a vivir a Neda, en un piso contiguo al de la víctima.

"INSTRUMENTO DE LA MADRE".

El día de los hechos, la Fiscalía asegura que R.G. planificó el asesinato al conseguir que todos los miembros de la familia estuvieran ocupados con tareas fuera de la vivienda, a excepción de su hijo, su suegra y ella, para utilizar al menor como "mero instrumento de su madre".

Cuando la víctima quedó sola, la acusada y su hijo de 15 años entraron en la vivienda y la asesinaron a golpes. En esa misma mañana el menor se autoinculpó de los hechos, en una decisión tomada de acuerdo con la madre, según sostiene la Fiscalía, y por lo que fue condenado a dos años de internamiento en un centro de menores.

Por ello, la Fiscalía solicita 25 años de cárcel para la acusada, además de una indemnización de 120.000 euros para un hijo de la víctima que vivía con ella y sufre retraso mental, además de otros 100.000 para el segundo hijo de la víctima y marido de la acusada. Por su parte, la acusación particular, personalizada en el marido de la acusada, solicita 35 años de cárcel para ella, además de una indemnización de 200.000 y 150.000 euros para los dos hijos, respectivamente.

PREMEDITACIÓN.

La acusación particular mantuvo hoy en el juicio que, tanto los hechos como la incriminación del menor fueron premeditados, y que las pruebas "dejan claro" que fue la acusada la que planificó y ejecutó el asesinato porque "incluso acudió a parapsicólogos para que la ayudaran a librarse de su suegra" y además "es un crimen muy sangriento imposible de hacer por el niño".

El agente de la Guardia Civil que acudió al lugar de los hechos tras el asesinato declaró esta mañana en la Audiencia Provincial de A Coruña que en un primer momento arrestaron a la acusada como encubridora del crimen, pero que, tras estudiar el caso, consideraron que era la autora del asesinato.

El agente describió al menor como "tierno, pulcro, modosito, aniñado y bastante infantil", lo que le hizo "tener claro que la culpable era la madre". "El corrosivo es un producto que no está al alcance de los niños y el ensañamiento y la violencia del crimen es imposible que haya sido desarrollada por él", afirmó. Además, relató que, cuando los agentes dejaron al menor internado en el centro, éste les dio dos besos y manifestó su cariño y aprecio por ellos.

DEFENSA.

Por su parte, la defensa pide la libre absolución de la acusada porque "siempre ha negado los hechos" y porque éstos "ya han sido juzgados y dictada una sentencia en la que se acusó al menor y no se dejó ninguna puerta abierta a que hubiera una tercera persona implicada".

La acusada denunció que su marido "no tenía ningún interés por ella, ni por los hijos", un hecho del que el menor acusaba a su abuela, y que tomaba ansiolíticos, además de estar acusado de malos tratos por la inculpada.

El juicio se celebrará a lo largo de toda la semana en la Audiencia Provincial de A Coruña contra la acusada, que en estos momentos se encuentra en libertad bajo fianza de 6.000 euros, después de pasar un año en la cárcel de Teixeiro.