Hernández asegura que se trabaja "con la máxima celeridad" para abrir el tramo de la AG-55 cortado por desprendimientos

Actualizado: domingo, 29 noviembre 2009 18:00

Afirma que la vuelta "a la normalidad" se producirá "lo antes posible", cuando culminen las obras y los estudios "pertinentes"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, aseguró hoy que "se está trabajando con la máxima celeridad" para abrir al tráfico el tramo de la autopista AG-55 que tuvo que ser cortado el pasado miércoles por un desprendimiento.

En una visita a las obras que se realizan en el kilómetro 5 de la vía, que une la localidad coruñesa de Carballo con la capital de la provincia, Hernández señaló que la vuelta "a la normalidad" se producirá "lo antes posible, cuando la seguridad para los conductores quede garantizada".

Para ello, la Xunta y la empresa concesionaria de la infraestructura realizan sendos estudios geotécnicos, con el objetivo de tener "la máxima fiabilidad" sobre la situación en la que se encuentra el lugar y las medidas "que serán necesarias", subrayó el departamento.

"Se está trabajando todo lo rápido que permiten las condiciones climatológicas y las horas de luz diurnas, ya que por razones de seguridad este tipo de operaciones sólo pueden realizarse con buena visibilidad", explicó el dirigente autonómico.

Asimismo, apuntó que, desde el jueves --que empezaron las labores--, "ya se consiguieron dos objetivos", que fueron la impermeabilización de la zona y el saneamiento de la ladera.

INVESTIGACIÓN DE LAS CAUSAS

En este momento, se están desmenuzando las piedras para retirarlas de la calzada, operación que se podrá prolongar por espacio de "dos o tres días", detalló el responsable en materia de infraestructuras. A continuación, se analizará el estado del firme y se arreglarán los puntos afectados en una longitud de entre 200 y 300 metros.

Paralelamente, explicó, está desarrollándose la investigación de las causas del suceso. Al respecto, indicó que se encontró un agujero "de grandes dimensiones" en la cabecera y un cúmulo de tierra vegetal "que impedía que las aguas circulasen libremente", lo que provocó que se acumularan en el socavón.

Respecto a las voladuras, Hernández subrayó que se realizan también los análisis "pertinentes" para saber si están "dentro de los límites autorizados". A su juicio, "la prioridad pasa ahora por asegurar la estabilidad de la ladera para que no se vuelvan a producir episodios similares".